Nadal-López meten a España de nuevo en el Grupo Mundial

España, el equipo que conquistó cinco Ensaladeras en los últimos 16 años, vuelve al Grupo Mundial de Copa Davis. El dobles de oro de los Juegos Olímpicos de Río, Rafa Nadal y Marc López, acabó con dos años de oscuridad con una victoria sobre Leander Paes y Saketh Myneni por 4-6, 7-6 (2), 6-4 y 6-4 en 3h:23.

La India fue el país que permitió a España jugar su primera final de Copa Davis, cuando Manolo Santana y cía consiguieron en el Real Club de Tenis Barcelona el pasaporte hacia la aventura en Australia. Y ante la India, esta vez en la agobiante Nueva Delhi, la pareja española colocó al país con más jugadores en el top-100 de la ATP, once como Francia, en disposición de asaltar otra vez el título. De que tenistas protagonistas de los éxitos como Feliciano López, David Ferrer y el propio Nadal, todos ya en la treintena, se regalen un último baile en la competición por países. El próximo jueves se sorteará el cuadro en Londres. Y se sabrá si el camino es transitable.

Nadal no jugó el viernes por precaución con su muñeca izquierda (versión Feliciano López), la que le tuvo dos meses parado antes de los Juegos, o por gastroenteritis (versión Federación Española). Pero el caso es que entró en el dobles de hoy por el toledano y ayudó a España a volver a la élite. No fue fácil. La Davis, una competición que levanta leyendas, tiene una en Leander Paes. A sus 43 años, una victoria le hubiera convertido en el jugador con más triunfos en dobles en la historia (42-12), ya que partía empatado con Nicola Pietrangeli. Debutó en 1990 y era su eliminatoria número 53... Un tipo que sabe que la Davis está llena de sorpresa y que salió dispuesto a protagonizar una.

Los campeones olímpicos arrancaron firmes el primer set, con un 4-1, pero Paes (63º del mundo ahora pero ex número uno y con ocho Grand Slams en su palmarés) tiró del apocado Myneyi, que había sido barrido el viernes por David Ferrer, para voltear la manga con cinco juegos seguidos. Pintaba mal en la segunda, pues llegó un break indio en el tercer juego. Entonces, Nadal y López decidieron que era suicida entregar bolas a la muñeca de Paes, que las colocaba en cualquier parte de la pista como un prestidigitador, y cargaron sin piedad sobre el 137º del mundo. Tenía que acabar resultando. Quebraron cuando Myneni sacaba para llevarse el set, se fueron a la muerte súbita y no perdonaron. 

La humedad y el calor hacían correr ríos de sudor en Nadal, que otras veces sufrió episodios de deshidratación en condiciones parecidas. Conchita Martínez, el pegamento que ha devuelto a los mejores a la Davis y también ha situado al equipo de Copa Federación en la élite este mismo año, les auxiliaba con bolsas de hielo y consejos. Y no se deshicieron. En el cuarto set, aún tuvieron que levantar un break. El premio a la constancia, y al compromiso renovado, llegó. España vuelve a primera, el Grupo Mundial, la división que nunca debió abandonar.