Carlos Lampe (29) se hizo conocido para los chilenos el día en que la Roja y Bolivia igualaron sin goles en el Nacional. Ese día el portero altiplánico que ataja en Huachipato tapó todo y generó polémica por hacer tiempo cada vez que se estiraba para atrapar un balón , algo que irritó a hinchas y al plantel de Chile en general.
Sin embargo, Lampe ya lleva más de tres meses en Concepción. Dice sentirse cómodo y feliz. Está viviendo su primera experiencia en el extranjero y por ahora sólo sabe de alegrías. "Estoy muy bien, la gente me ha tratado de maravillas. El fútbol es muy intenso y tiene mucho ritmo. Ha sido bueno todo", comenta el ex meta del Sport Boys en el hall del edificio donde arrienda departamento, frente al Mall Plaza El Trébol.
-¿Mucha diferencia entre el fútbol chileno y el boliviano? -El fútbol chileno es más rápido. Creo que al tener las canchas buenas el juego se hace más intenso. Allá en Bolivia se buscan más los remates desde distancia.
-¿Se sorprendió con el llamado de Huachipato? -No, porque había tenido una buena Copa América, había empezado bien las Eliminatorias ante Argentina y el año pasado salí campeón en mi país. Todas esas cosas me abrieron las puertas. Tenía cuatro ofertas concretas y finalmente me decidí por Huachipato porque sé que el fútbol chileno lo están mirando mucho y puedo saltar a un lugar mejor.
-Tuvo una muy buena oferta de Irán, ¿por qué la rechazó? -Porque no es momento para ir a un lugar así, quizá más adelante sí. También me quisieron de Colombia y de un equipo mexicano de Segunda División. En Irán podía ganar más dinero, pero todavía prefiero lo deportivo por sobre eso. El dinero en mi vida ha sido secundario y gracias a Dios no me puedo quejar.
-¿Cómo está económicamente el fútbol boliviano? -En Bolivia hay clubes que pagan muy bien, pero son sólo cuatro. Los demás no están pasando una buena situación.
-¿Le ha gustado algún arquero del fútbol chileno? -Miro a todos los arqueros. Ya conocía a Cristopher Toselli, Johnny Herrera, Nico Peric y Eduardo Lobos. Me gustó el chico de Wanderers (Gabriel Castellón), es un proyecto interesante. Hay buenos arqueros, pero creo que no han salido muchos en el último tiempo.
-¿Qué opina de Claudio Bravo? -Es un arquerazo. Es muy completo, tiene juego aéreo, juega con los pies y le pega muy bien a la pelota.
-En Bolivia ataja el arquero chileno Raúl Olivares, ¿qué opinión tiene de él? -Jugó en Universitario y ahora en Wilstermann salió campeón. Eso lo dice todo, es un buen arquero.
-¿Qué jugador de la Roja es el que más le gusta? -Alexis Sánchez me llama la atención. Es un jugador diferente, encara bastante y rompe líneas. ¿Y Vidal? Obviamente es un gran jugador porque mete y corre bastante, pero me gusta más Alexis.
-¿Qué recuerdos tiene de la "generación dorada" de Bolivia del Mundial de 1994? -Yo era niño, pero todos los que vimos eso vamos a tener el recuerdo siempre. Hicieron historia en nuestro país. Hoy ir a un Mundial es un sueño para nosotros y yo lucharé con todo para conseguirlo.
-El Diablo Etcheverry fue ídolo en Colo Colo, ¿le gustaría superarlo? -Esperemos que sí. Me gustaría. Quiero dejar una huella importante en Chile como él. Lo más importante para mí es que me reconozcan por mi trabajo y que sea un puente para irme a un equipo de Europa, Brasil o México.
-¿Y llegar a Colo Colo, la U o la UC le interesa? -Sería muy lindo estar en esos clubes. Espero tener un buen rendimiento y que salgan nuevas opciones.
-¿Ha sentido discriminación o racismo en Chile? -No, yo me he sentido bien. Seas del país que seas al arquero siempre lo tratan mal porque se para delante de una barra, pero todo dentro de lo normal. Como en todo Sudamérica nomás.
-¿Mar para Bolivia? -Espero que podamos tener un pedacito, una salida al mar para los bolivianos.
-¿Le gusta el presidente Evo Morales? -Espero que haga las cosas bien, yo no soy nadie para juzgar. Como todo boliviano quiero que nos vayamos superando.
-¿Le gustaría que viniera alguien diferente a Evo como próximo presidente? -Es que no sabemos quién va a venir, pero espero que nos sigamos superando y crezcamos como país. Todavía nos falta mucho.