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PARAGUAY

La dura confesión de Cabañas a seis años del atentado

El ex delantero paraguayo confesó que "si veo al que me disparó le daré un abrazo" y aseguró que algún día dirigirá a la selección de su país.

La dura confesión de Cabañas
a seis años del atentado

Han pasado más de seis años desde el atentado que sufrió Salvador Cabañas, quien de milagro siguió con vida. En una visita a España, el ex jugador de Audax Italiano recordó este hecho y comentó su actual vida y ambiciones a futuro, que incluye dirigir a la selección de Paraguay.

—¿Cómo le van las cosas?

—Ando bien, tranquilo y disfrutando de la vida con mis padres. Antes no podía porque estaba lejos jugando al fútbol. Feliz de la vida porque ellos están bien, sanos. Después de mucho tiempo regresé con ellos. Vivo cerca de Asunción, a 30 kilómetros, en una ciudad que se llama Itauá. Es la ciudad donde me inicié. De ahí al Guaraní…

—Dice que sueña con ser seleccionador de Paraguay.

—Algún día lo seré. Esa es mi ilusión. Trabajo en el fútbol porque me ha dado muchas cosas y le estoy muy agradecido, más ahora que comencé a entrenar. Estoy en un equipo de una ciudad cerca de la mía. Quiero apoyar siempre a los jugadores porque son los que te dan la alegría y los triunfos.

—Cabañas es un ejemplo de superación tras haber superado aquella tragedia (recibió un disparo en la cabeza).

—Siempre digo que es muy importante la mentalidad que tenga uno. Mentalidad positiva para afrontar grandes cosas y a triunfar en todos los sentidos. Eso me ayudó muchísimo porque yo tengo una mentalidad positiva. Eso los jóvenes lo deben pensar y llevarlo a cabo.

—¿Le costó trabajo superar eso?

—Sí. Pero está superado totalmente. Y como dije una vez en la prensa, si veo alguna vez al tipo ese (el que le disparó) no tendría problemas en hablar con él e incluso abrazarle. Lo saludaré y le abrazaré. Lo haría sin ningún problema.

—Eso le cambió la vida. Estaba cerca de fichar por Manchester United.

—Me cambió la vida que tenía, que era el fútbol. Son cosas que pasan y hay que dejarlo atrás. Lo importante ahora es disfrutar de la vida y ayudar a mi hijo, de 15 años, que le gusta el fútbol y espero que llegue a ser grande algún día.

—¿Va para figura?

—Va bien. Todos los técnicos me dicen que está jugando muy bien. Es mediocampista, número 6. Ojalá llegue a grandes cosas y, con el apoyo de la familia, va a llegar lejos. Debe pensar en llegar algún día a la selección. Quiero que siga mis pasos.

—La gente se sigue emocionando con solo mencionar su nombre...

—Me alegra y emociona. Que la gente te reconozca estando lejos de mi país es importante. En cualquier país en el que me encuentre los paraguayos siempre están conmigo.

—¿Sigue el fútbol internacional?

—Veo poco fútbol porque cuando lo veo me dan ganas de volver a jugar. Prefiero ser entrenador y enseñar a los jóvenes.

—¿Qué es para usted la palabra ‘fútbol’?

—Es la vida. Lo máximo para mí. Me lo dio todo a nivel futbolístico y económico.

—En Málaga disfrutamos con su compatriota Santa Cruz.

—Es un gran futbolista. En todos los clubes donde ha estado ha demostrado su categoría. Y ojalá lo siga haciendo para bien de nuestra selección.

—¿Qué le parece su compatriota del Castilla Sergio Díaz?

—Es un jugador que está empezando y ojalá llegue a la selección, juegue un Mundial y nos haga felices.

—¿Cómo está el fútbol paraguayo?

—Ahora hay muchos jugadores que están haciendo bien las cosas. Espero que nos volvamos a clasificar para un Mundial.

—¿Quién cree que es el mejor jugador paraguayo de todos los tiempos?

—Es difícil decir quién es el mejor. Hay muchos jugadores, Chilavert, Acuña, Santa Cruz...