El Celta vence al Espanyol con Díaz y Hernández en cancha
Los celestes marcaron en el 91’ y el 93’. Al Espanyol le faltó la efectividad de anteriores partidos: Baptistao falló un gol clarísimo y acabó lesionado.
En pleno recuento de las elecciones gallegas, el Celta se llevó la victoria de Cornellà-El Prat cuando se sumaba el 99’9 por ciento del escrutinio. Dos goles, de Rossi y Sisto, en la zona Cesarini —minutos 91 y 93— condenaron a un Espanyol que vuelve a caer en un tramo final y que se estanca a la que la efectividad en ataque no es total. El disputado voto de Cornellà fue celeste.
Aunque de entrada tanto Quique como Berizzo hicieron retoques —sin Hernán Pérez en el Espanyol ni Hugo Mallo, Rossi ni Guidetti en el Celta—, los visitantes apenas variaron su plan habitual de querencia por el balón, mientras que los pericos se replegaron sin disimulo. En el primer tramo, si llegan a dar un paso más hacia atrás se salen por su propia línea de fondo. Lo que les generó un problema añadido: una salida de balón más enmarañada que la rotonda adyacente al estadio, y eso que contaban los blanquiazules con más centrocampistas naturales que nunca —Diop, Javi Fuego, Marc Roca y los reconvertidos Víctor Sánchez y David López, cinco—.
El dubitativo plan inicial del Espanyol (un 4-4-2 que defensivamente se antojaba un 4-1-4-1, con Gerard caído a banda) desembocó, pese a que el Celta no encontró ni la circulación ni la amplitud que reclamaba Berizzo, en una clara ocasión de Bongonda, que se llevó por delante a cuatro rivales antes de que el esférico impactase en Diego López. La réplica la dio Sergio Álvarez, quien repelió un mano a mano con Baptistao; el brasileño, tras ganar Diop un balón dividido, tenía múltiples opciones para marcar pero eligió sin duda la peor.
Para colmo de mala suerte, a los cuatro minutos de la reanudación cayó Baptistao lesionado. Primer contratiempo para un Espanyol que después perdió a Reyes. Se animó el partido a 20 minutos del final, con una doble ocasión clarísima de los pericos: primero Gerard Moreno y en la acción siguiente David López, en un remate que salvó Cabral en la línea de gol. También con peligro ingresaron Rossi, en un tres contra uno, Caicedo, de cabeza, y Jurado, muy incisivo. Pero, de todos ellos, fue el ítalo-americano el que se llevó el gato al agua, en el 91’, con una magnífica vaselina sobre Diego López a pase largo de Roncaglia. La puntilla de la victoria celeste la puso Sisto en el 93’, aprovechando una contra que inició, condujo y culminó el danés, que se doctora tras su asistencia del miércoles ante el Sporting.