Así acabaron la bota y la rueda de Pedrosa: "Nada que hacer"
Viendo cómo quedó destrozado su Michelin, su sexto puesto en Aragón no puede considerarse un fracaso, más bien lo contrario.
Resultaba extraño. Venía con la moral por las nubes después de su enorme victoria en Misano, con remontada y todos los duelos ganados a los mejores del MotoGP, y lideró los tiempos del viernes, pero Pedrosa era incapaz de progresar en carrera. Llegó a ubicarse quinto, pero muy alejado de los pilotos que peleaban por el podio. Al final, acabó sexto, y viendo cómo terminó la rueda delantera y una de sus botas, casi fue un milagro: totalmente destrozadas. Una por una degradación masiva y otra por frenar con ella.
"Nunca me contengo cuando se trata de hacer autocrítica, pero esta vez no tenía nada que hacer", decía Dani. Sólo hay que ver la imagen para darse cuenta de los problemas que sufrió y de los malabares que tuvo que hacer para acabar. "Fue muy difícil. Desde que empezamos hubo problemas, tanto en la rueda delantera como en la trasera, no tenía prácticamente ningún agarre, como si los neumáticos fueran usados", se quejaba, y Michelin le dio la razón: "Su neumático no se ajusta a la norma".
No pudo mantener detrás a Crutchlow, pero si a Aleix Espargaró, lo cual ya consideró un logró: "A 10 vueltas para el final empecé a sufrir mucho con la vibración en la parte delantera. Dovizioso también tuvo el mismo problema. Llegar al final fue complicado, cada vuelta iba a peor. Tuve que dejar pasar a Cal, pero al menos gané la pelea contra Aleix. Después del gran resultado en Misano, esta carrera fue exactamente lo contrario". Su sexto pudo parecer una decepción, pero viendo cómo quedó su rueda nadie lo diría.