Línea de 6 en la U
Víctor Hugo Castañeda y Luis Musrri debutaron con un ajustado triunfo en Universidad de Chile. En el primer partido sin Sebastián Beccacece en la banca, los azules sufrieron muchísimo para obtener los tres puntos. El nivel de su oponente, Palestino, uno de los cuadros más competitivos del Torneo del Apertura, puso de relieve la victoria.
La angustia se apoderó de la U en los últimos minutos. El elenco tricolor atacó permanentemente, buscando romper el 1-0 en contra. Entonces, los azules ni se ruborizaron en tiempos de protagonismo, sometimiento, posesión e intensidad. En pasajes del duelo, los cuatro defensores se compactaron en el frontis del área penal y Juan Leiva (sustituyó a Nicolás Maturana) y Jonathan Zacaría se alienaron con ellos, conformando una masiva estructura. ¡Línea de seis!
Claro, había que defender el triunfo parcial. Por delante de estos seis, se mantuvieron los dos volantes de contención, Lorenzo Reyes y Franz Schultz (reemplazó a Gustavo Lorenzetti), como primera barrera ante las progresiones de Palestino. Aunque el tándem ofensivo de ese momento, Fabián Carmona (ingresó por Gastón Fernández) y Mario Briceño, retrocedió incluso hasta un cuarto de su propia cancha. Había que poner el hombro con todo. La victoria era ya casi una realidad.
La coyuntura táctica referida, puntual y acontecida en la recta final del pleito, sirve para ejemplificar el gran cambio en el Modelo de Juego de la U. El facilismo impulsa a fijar la mirada altiro en el nuevo Sistema de Juego. Pero esto es solo una parte de la forma futbolística de un equipo. Incluso, a veces, tiende a ser marginal en relación a otro aspecto: las Concepciones de Juego, la manera cómo se ataca y defiende durante el partido.
En términos ofensivos, la oncena de Castañeda y Musrri pasó del Ataque Construido (juego de pases, asociado y a ras de piso) bajo el mando de Beccacece al Contraataque (ceder espacio e iniciativa para buscar el gol con progresiones veloces y simples). Aunque aquí cabe hacer una salvedad: cuando Palestino cesó en su dominio, los azules se instalaron en campo propio e intentaron penetrar luego de secuencias de pases. Esto sin duda puede ser un indicador de que, en el futuro, no todo será echarse atrás y salir rápido. Sería el indispensable matiz a fin de no caer en la improductiva predecibilidad.
Por otro lado, la labor defensiva de los azules también registró una variación relevante. Con Beccacece, la U procuraba acosar en la salida a su rival (Pressing), recuperar el balón y atacar rápido, aprovechando la vulnerabilidad de un equipo desplegado en anchura para facilitar la circulación. Contra San Luis fue la única oportunidad en que les resultó eficazmente. En la cuarta fecha, ganaban cómodamente y al final casi se derrumba la victoria.
Ahora, el equipo retrocede en el campo de juego. Desde el círculo central hacia atrás, se compacta, juntando líneas y achicando espacios, para proteger su portería (Reagrupamiento Defensivo). La presión en la fase inicial de la construcción del oponente ya no es tal. Fue sustituida por la ubicación breve en tres cuartos de cancha de la dupla de atacantes. Desde allí, el támden retrocede paulatinamente atento a algún error en la circulación oponente o retrasando el avance rival a objeto de facilitar la reorganización defensiva de la líneas posteriores (Retirada Progresiva).
"Si no se sufre en el partido, esto no sería la U", dijo Víctor Hugo Castañeda luego del triunfo. Olvidó que hace no mucho otro cuadro azul, en las antípodas en cuanto al Modelo de Juego y dirigido por Jorge Sampaoli, vivía mínimas angustias. Pero no tiene ningún sentido tal comparación. Lo único relevante es la victoria, llevando al máximo la perversión resultadista. Aunque es muy probable que, en el futuro, los hinchas no quedarán tan conformes con un triunfo en tales términos futbolístico. Será necesario un estadio táctico más evolucionado.