Los detalles del Superclásico más devaluado de la historia
En septiembre de 1988, Colo Colo llegaba como colista al Superclásico, ante una Universidad de Chile que terminaría descendiendo.
Colista, con cuatro puntos y sin triunfos en las diez primeras fechas. Así llegó Colo Colo al duelo ante Universidad de Chile del 18 de septiembre de 1988.
La realidad actual es similar. En la previa del Superclásico 180, el Cacique es penúltimo en la tabla, tras siete fechas disputadas, sólo superando a Everton de Viña del Mar.
Ambas son las campañas más malas de Colo Colo antes de jugar un clásico ante la U. El de 1988, además, fue el partido en que los dos equipos llegaron peor en la tabla. Los albos eran colistas y la U ocupaba el duodécimo puesto. Los dos grandes sumaban 12 puntos de un total de 40.
Colo Colo llegó herido a ese Superclásico dieciochero. Cuatro días antes quedó eliminado en octavos de final de Copa Libertadores, tras un pobre empate sin goles ante Oriente Petrolero de Bolivia. El equipo de Arturo Salah sólo tuvo una oportunidad de gol en 90 minutos: un tiro de Alejo Rodríguez que despejaron en la línea.
Manuel Pellegrini tampoco lo pasaba bien en la banca de la U. Un mes antes, ambos técnicos había participado en un curso de técnicos en Inglaterra. Y sus equipos sintieron sus ausencias, cosechando muy pocos puntos.
Poco público y recuperación alba
Quizás por lo mal que llegaban los dos equipos al partido, o por la fecha en que se jugó, sólo 23.550 personas controladas asistieron al Superclásico del 18 de septiembre de 1988.
La U hizo el gasto desde el primer minuto, pero mostró la inoperancia ofensiva que la terminó llevando ese año al descenso. Manuel Saldias tuvo la ocasión más clara a los 25', pero no pudo conectar un balón a dos metros del arco. "Creo que me faltó experiencia, porque fui muy confiado a ese rebote que dio Morón (Daniel)", contaba el entonces delantero de 19 años.
En su primera llegada, Colo Colo abrió la cuenta a los 30 minutos de juego. Perdió un balón Alejandro Rojas, Leonardo Montenegro se lo dio a Alejo Rodríguez, quien enganchó y se lo devolvió al volante, que batió a Héctor Giorgetti.
"La mitad de ese gol fue de Alejo", reconoce Montenegro, ex jugador de la U. "Es cierto que yo robé la pelota y comencé la jugada, pero Alejo (Rodríguez) se sacó muy bien la marca y cuando me vio entrar, me la cedió para que anotara".
En el segundo tiempo se mantuvo el dominio de la Universidad de Chile, ante un Colo Colo muy desgastado físicamente por el partido de mitad de semana. En esos momentos de apremio apareció la figura de Hugo González, impasable por alto y por bajo en la defensa alba.
La victoria 1-0 de Colo Colo fue el primer paso para la recuperación del Cacique, que levantó su nivel y terminó ese año ganando la Liguilla y clasificando a Copa Libertadores. La U no tuvo la misma suerte y descendió por única vez a Segunda División.
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