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Esto se puso feo

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Al regreso de Asunción, se maldecían los errores defensivos de los minutos iniciales. Tras el empate sin goles contra Bolivia, la culpa era de Carlos Lampe, a quien llegaron a elevar a la altura de portero sobrenatural y quien solo hizo su pega, sin ninguna tapada de otro planeta. En ambos partidos se habló de errores puntuales, mala suerte, desafortunada conjunción de astros e, incluso, la maldición de estar viviendo en el año del mono, según el calendario chino.

Después del partido en Quito, un 3-0 categórico que bien pudo estirarse a cinco o seis goles, no existe una aspirina o paracetamol que aquiete ese dolor de cabeza que a estas alturas pasó a convertirse en una jaqueca, peor incluso que una resaca por chicha de uva.

Chile tuvo una presentación paupérrima. Fue su peor partido de las eliminatorias. Y de la década también. Quizás habría que escudriñar en las clasificatorias a Corea Japón 2002, uno de los peores momentos históricos de la Roja, para encontrar algo tan malo como lo del jueves por la tarde en la mitad del mundo.

El objetivo de clasificar a Rusia se complica tremendamente. Y, lo peor de todo, es que el equipo va de mal en peor sin que exista una respuesta que explique cómo la escuadra que deslumbró al mundo en la goleada por 7-0 a México en Santa Clara pasó a convertirse en un combinado plagado de inseguridades y errores.

El desglose de individualidades es bajísimo. Arturo Vidal levantó un poco la vara, pero el saldo total sigue al debe. Y Juan Antonio Pizzi, quien se echó la culpa de todo, debe encontrar respuestas. Porque sirve de poco quedarse estacionado inmolándose mientras los rivales directos avanzan.

El partido contra Perú, más allá del discurso archirrepetido de la rivalidad histórica y cultural, pasa a ser un objetivo vital a estas alturas para mantenerse con opciones. Y la presión no es buena aliada cuando hay que ganar a como dé lugar.

Esto ya no es mala suerte, un mal arbitraje ni que la pelota no haya querido entrar. La cosa se está poniendo fea y hay que hacer algo.