Los méritos de Iquique
Colo Colo realizó un correcto partido y, aprovechando las equivocaciones del local, derrotó con tranquilidad a Universidad de Concepción. Un día antes, y en Santa Laura, Unión Española terminó entregando un pleito que ganaba cómodamente frente Universidad Católica, lo que permitió que los cruzados obtuvieran el triunfo. Era esperable: hoy el comentario es que ambos 'equipos grandes' son serios aspirantes al título del Apertura.
Sin embargo, primero tendrán que derribar al puntero Iquique. Los nortinos le sacan dos puntos de diferencia a la UC y cinco unidades a Colo Colo, cuando faltan seis fechas para el fin del torneo. El cuadro que dirige Jaime Vera ya había ocupado el liderato, pero entre las jornadas sexta y octava se pegó un bajón (dos derrotas y un empate) que parecía arruinar todo. No obstante, le ganó a Huachipato en Talcahuano, con plena superioridad en la cancha, y sin duda que posee la mejor opción para salir campeón.
En el primer tercio del campeonato lo que hicieron los dragones celestes fue brillante. Actuando como local solo en dos oportunidades, consiguieron cuatro triunfos (entre ellos el 2-0 a Colo Colo en el Monumental) y un empate. Entonces, Vera no se movió nunca de un sistema táctico 1-4-3-1-2 y de las Concepciones de juego (maneras de atacar y defender) predominantes: Ataque construido (llegar al arco rival mediante sucesiones de pases) y Reagrupamiento defensivo (al perder el balón, aglutinarse los 10 jugadores de campo desde el círculo central hacia atrás para achicar espacios y custodiar la portería).
Sin embargo, en la sexta fecha no pudo jugar el volante ofensivo Gonzalo Bustamante y el funcionamiento fue puesto a prueba. El DT iquiqueño cambió desde la mitad de la cancha hacia adelante. Paró dos volantes de contención (Rafael Caroca como "6" contenido y a su lado Mathías Riquero de "6" suelto) y como enlace a Diego Torres. La línea ofensiva la compusieron Álvaro Ramos, Manuel Villalobos y Felipe Reynero. Fue derrota por 2-0 ante Universidad de Concepción, en Alto Hospicio.
Como la cosa no anduvo, frente a Unión Española, Vera continúo con la adaptación táctica. En Santa Laura, los nortinos cayeron por 3-1, inapelablemente. El sistema empleado fue un inusitado 1-3-4-1-2. Se mantuvieron las concepciones de juego predominantes, aunque con matices, a partir de la nueva distribución de los jugadores en la cancha. El bloque defensivo se constituyó con siete unidades (línea de cinco con el repliegue máximo de los laterales volantes, más los dos "6"). La generación de juego ganó en Amplitud (abrir la cancha) en el sector medio y en la línea ofensiva el principio de juego ofensivo Atacar por las puntas cobró mayor predominancia. Todo esto por el ir y venir permanente de los laterales volantes.
El equipo se estabilizó en el empate contra Palestino, en Cavancha. Otra vez los nortinos innovaron tácticamente. El sistema de juego 1-4-2-3-1 fue otra apuesta de Vera. Álvaro Ramos actuó como único centrodelantero, asistido desde atrás por Bustamante, de enlace, y los dos Misael, Cubillos y Dávila, desde los costados. La jerarquía del rival y el hecho de remontar un resultado adverso insinuaron que Iquique volvía a recuperar el buen funcionamiento.
Tal apreciación fue plenamente ratificada en el triunfo ante Huachipato. Los nortinos controlaron el juego, volviendo al sistema ensayado ante Unión Española (1-3-4-1-2). Sin embargo, esta vez hubo interesantes alternancias en las Concepciones de juego predominantes. Mediante un eficaz manejo de los espacios, en momentos puntuales pasaron del Ataque construido al Contraataque (segundo gol de Diego Torres). Con un jugador más debido a la expulsión Ángelo Sagal, en instantes desecharon el Reagrupamiento defensivo e intentaron la Retirada progresiva (presionar cautamente arriba, lateralizando y demorando el juego oponente, para permitir la propia reorganización defensiva).
Mérito de Vera. También del plantel iquiqueño. El DT y los jugadores pudieron quedarse entrampados en una fórmula táctica que les dio excelentes resultados en el tramo inicial del campeonato. Audazmente no lo hicieron. Al contrario, fueron en una búsqueda permanente de la eficacia perdida. Desde entonces, en cada fecha hubo una propuesta funcional a las carencias y necesidades del equipo. Finalmente, parecen haber dado con la nueva fórmula.