El Tour de Francia presentará grandes novedades en 2017
Pasará por Vosgos, Jura, Pirineos, Central y Alpes. Prudhomme dice que está hecho "para atacantes". El Izoard será meta. La crono de Marsella, el penúltimo día.
Como cada temporada, ASO presentó en el Palacio de Congresos de París el recorrido del Tour. La edición número 104ª, la de 2017, saldrá de Dusseldorf el 1 de julio con una crono individual de 13 kilómetros. Se trata de la cuarta ciudad alemana que acoge la Grand Depart, tras Colonia (1965), Frankfurt (1908) y Berlín Occidental (1987). Más importante: el trazado pasará por los cinco sistemas montañosos franceses (no lo hacía desde 1992): Vosgos, Jura, Pirineos, Macizo Central y Alpes. El Izoard, un coloso de 2.360 metros de altura, con 14 km al 7,3% de desnivel, se convertirá por primera vez en meta en la 18ª etapa.
La organización amplió el abanico de opciones: habrá tres finales en alto, otro en cuesta, cuatro después de descenso y una contrarreloj de 23 km en Marsella, el día antes de acabar en los Campos Eliseos. En total, 23 puertos (en 2015 se ascendieron 28). “Un Tour de Francia para atacantes”, definió Christian Prudhomme, el director de la ronda. Su dossier lo resume: nueve jornadas llanas, cinco con dificultad y cinco de alta montaña. Apuesta por la variedad, pero con una notable reducción en el kilometraje contra el crono (36 km en total) que descompensa su dureza global. A Chris Froome, actual vencedor, no le molestó: “Prepararé más las subidas. Me gusta su exigencia y buscaré mi cuarto título”.
La carrera tocará cuatro países: Bélgica (con una llegada y una salida) y Luxemburgo (sólo una salida) vendrán tras Alemania. En la primera semana se incluirá la rampa de Longwy (1,6 km al 5,6%), La Planche des Belles Filles, la estación de Rousses y el etapón del Jura: el inédito Biche, Grand Colombier y Mont du Chat (8,7 km al 10,3%) para unos 4.600 metros de desnivel. Eddy Merckx catalogó en su momento a este Monte del Gato como una de las cumbres más difíciles que había ascendido: "Se producirán muchas sorpresas, seguro".
Después de un largo traslado, una jornada de reposo y dos días de transición, se afrontarán los Pirineos: una maratón de 214 km con Menté, Balès, Peyresourde y Peyragudes, y otra etapa de sólo 100 km, con Latrape, Agnes y Péguère… para concluir con la bajada a Foix. En los Alpes, en la última semana, se completarán la Croix de Fer y el Galibier como antesala de un vertiginoso descenso hasta Serre Chevalier, y la novedosa meta en el Izoard. Tras la contrarreloj de 23 km de Marsella, el Tour lanzará un guiño a la candidatura olímpica de París 2024: se bordearán los futuribles estadios. De hecho, el pelotón atravesará la gran cúpula acristalada del Grand Palais.
El evento recordó a las víctimas del atentado de Niza y homenajeó a Bernard Hinault. Todos los presentes en el Palacio se pusieron en pie para aplaudir al quíntuple ganador del Tour. Hinault se jubiló el pasado mes de julio como embajador y encargado del protocolo en el podio: “Ojalá se me dé bien tan bien ejercer de abuelo”. Como la Unión Ciclista Internacional (UCI) también celebra este martes su gala en Abu Dhabi (indicativo de las malas relaciones), a París acudieron corredores franceses como Coquard, Pinot, tercero en 2014, o Bardet, segundo en 2015, Porte, Adam Yates, vigente maillot blanco, y Froome.