¿Quién anda por ahí?

Se desgarró Jean Beausejour. No va a estar por un buen tiempo. En eso se incluye la doble fecha eliminatoria donde enfrentamos a Colombia y Uruguay nada menos. Claro, el titular es Eugenio Mena. Pero ya hemos visto el nivel del lateral izquierdo del Sao Paulo. Digamos, respetándole toda su trayectoria, hoy no marca ninguna diferencia ni da garantías por la izquierda. Pero parece que después de Beausejour y Mena no hay nada, sólo un infinito desierto ¿No está Cornejo para arriesgarse? ¿Hay otro lateral izquierdo que se pueda poner? ¿Hay vida después de la generación Bielsa-Sampaoli?

Ahora que Esteban Paredes renovó contrato en Colo Colo se han sumado voces para ser nominado a la selección. Como una hipotética “llave” que abra la puerta de los arcos rivales. Así no más, con casi 37 pirulos, el delantero albo sigue como “posible”. Algo no funciona en nuestro fútbol. Lo vimos en la última convocatoria, que Valdivia para arriba, que Valdivia para abajo… no aguantó dos entrenamientos exigentes. Y no descarten a Mauricio Pinilla, en cualquier momento vuelve a las listas.

Parecemos condenados a las cada vez más frecuentes sequías goleadoras de Eduardo Vargas o las lesiones de Marcelo Díaz o la baja evidente en el nivel de Gonzalo Jara ¿Vale la pena tener en cuenta a Matías Fernández? Nuestra selección parece detenida en el tiempo y se dan situaciones tan discutibles como que Johnny Herrera haya ido al banco contra Ecuador y Perú siendo que estaba evidentemente lesionado de la rodilla. Gran negocio este el de la selección, sólo por estar, cada jugador se lleva diez millones por partido independiente del resultado. Así es muy complicado aceptar de buenas primeras que se está mal y que otro debería tomar el lugar.

Al final asoma Nicolás Castillo de rebote, el muy discutido Enzo Roco, el Torta Opazo para uno o dos entrenamientos, y la amenaza permanente del famoso Larrondo que sale en todos los diarios y nadie le conoce la cara. La gran “novedad” entonces, el “emergente” es Edson Puch, quien debutó en la selección el 2009 y ya tiene 30 años.

En síntesis, el recambio no sólo está siendo muy lento. Ojalá fuera eso, simplemente no existe, es casi regresivo, se nomina o pretende nominar a jugadores descartados de otros procesos ¿Y saben qué es lo más grave? Parece no haber otros.

Necesitamos con urgencia una renovación, el problema es que no se puede forzar. Es cosa de suerte, casi. En el plantel campeón mundial de Argentina en 1986 sólo había un elemento sobreviviente de la selección campeona en 1978: Daniel Passarella. Y no jugó un minuto.