Westbrook iguala mítica marca de Kareem Abdul-Yabbar
El base de Oklahoma City Thunder es el primer jugador con un 'triple-doble' de 50 o más tantos desde que lo hiciera el mítico pívot en 1975.
En la NBA hay varias clases de jugadores. Los hay malos, del montón, buenos y muy buenos. Luego, y al margen de esas categorías, los hay excelentes y sobrehumanos. Y Russell Westbrook se circunscribe en el último apartado gracias a partidos como el de esta madrugada ante Phoenix Suns. El base de Oklahoma City Thunder dio la victoria a los suyos, la segunda de una temporada que se prevé muy larga para OKC, contra la franquicia de Arizona con números no vistos en la Liga norteamericana en más de cuarenta años: 51 puntos, 13 rebotes y 10 asistencias. Es el triple-doble número 38 en su carrera y el primero que hace con 50 o más tantos. En la historia de la NBA hay que remontarse a 1975 para ver a la última persona que hizo algo semejante: un tal Kareem Abdul-Jabbar.
Aún hay más datos que corroboran la grandeza de un Westbrook que este año es capitán general de un equipo que deberá exprimir cada gota de su calidad (y energía) para soñar con acceder a playoffs. Sólo Wilt Chamberlain (53) y Elgin Baylor (52) anotaron más tantos que el base para escribir un triple-doble de ese nivel. Casi nada. Además, es el quinto jugador en la historia en alcanzar el 50+10+10 tras los tres nombrados anteriormente más Richie Guerin y Wilt Chamberlein, este último lo hizo en dos ocasiones.
Westbrook logró 51 puntos, 13 rebotes y 10 asistencias
Estas cifras son las de un superhombre. "Afortunadamente tenemos al mejor jugador del mundo", subrayó Victor Oladipo tras un partido que fue duro, muy duro para OKC. De salida, los de Donovan no encontraron su sitio. Una y otra vez, los Suns golpeaban con solvencia y puño de hierro hasta alcanzar al final del primer cuarto una abismal renta de 15 puntos (25-40). Es la diferencia este año. En el pasado no se habría permitido una afrenta semejante en casa. Westbrook y Durant habrían puesto remedio, pero ya no. Falta el alero y con ello gran cantidad de puntos... sin olvidar la labor de Serge Ibaka a ambos lados de la cancha. La reacción tardó, pero fue inevitable. Paso a paso, los Thunder se situaron a sólo cuatro al llegar el descanso (49-53). El show de Westbrook, 12 puntos en esos instantes, no había hecho nada más que empezar.
El base, que disputó 45 minutos y al comenzar el último periodo firmaba 35 tantos, echó todo lo que tenía e incluso un poco más para alcanzar la victoria. Lanzó 44 veces en total, una más que frente a Indiana Pacers en la 2014-15 y seis menos que Kobe Bryant el día de su despedida contra Utah Jazz. ¿Era necesaria tal demostración? La realidad dice que sí, pues al margen de Steven Adams (9) y Oladipo (21), aún en proceso de adaptación, el roster de los Thunder es frágil. Andre Roberson (9) cumple en momentos puntuales con algún un buen triple (02:40 del último cuarto, 102-98) y alguna acción defensiva como el tapón puesto a Devin Booker a tres segundos para acabar la prórroga y sólo uno arriba (111-110).
La canasta decisiva de Russell Westbrook frente a Phoenix Suns
Pero no sólo la poca profundidad de los Thunder hace que sean necesarias las proezas de Westbrook. Es que además delante tenían a unos Suns dirigidos por un tridente eléctrico: Booker (21), Eric Bledsoe (17) y Brandon Knight (19). A los tres se unió en Oklahoma T.J. Warren y sus 30 tantos. Dinamita que llevó el duelo al último minuto con empate a 102 y fallos de los dos conjuntos que condujeron a la prórroga. En ella, Westbrook tiró de magia, hizo seis puntos y nos regaló una actuación estelar que ya es parte de la historia de la mejor liga del mundo.