Los Redskins regalan a los Bengals un empate en Londres
El equipo de Washington fue incapaz de explotar la debilidad defensiva de Cincinnati y además falló en el tiempo extra un fácil field goal de 34 yardas.
La defensa de los Bengals no viajó a Londres. El ataque de los Redskins ni siquiera necesitó tirar de su renqueante carrera. Cousins tuvo casi siempre todo el tiempo del mundo para pasar a unos receptores increíblemente solos. Y si las cosas se complicaban, era tan fácil como buscar a Jordan Reed, o incluso a Vernon Davis, que ambos tight ends hicieron casi siempre lo que quisieron.
Con ese guión, lo lógico es que los Redskins hubieran ganado el partido con solvencia, incluso por paliza. Y más sabiendo que AJ Green solo consiguió una recepción para 10 yardas en toda la primera mitad. Josh Norman le estaba secando, por lo civil y por lo criminal. Y aunque le estaba costando algún disgusto en forma de pañuelo amarillo, por el camino estaba colapsando el ataque de los Bengals, con un Dalton que no encontraba otras soluciones.
Sin embargo, Kirk Cousins no supo aprovechar todas esas ventajas para poner puntos en el marcador. Sus primeras series eran larguísimas, sostenidas y cómodas. La primera, de 7:22 minutos, terminaba con un touchdown de Kelley. La segunda, de 5:41, llegó hasta la yarda 18 rival, pero ahí fue donde la sensación de superioridad les jugó una mala pasada a los de Washington. Se jugaron un cuarto down, convencidos de que la defensa de los Bengals sería tan porosa como hasta ese momento, pero el plan les salió rana. Y más si tenemos en cuenta que el partido estaba en ese momento empatado a 7, gracias a un gran retorno de 65 yardas de Erickson, y una carrera de 8 yardas de Bernard.
Después del fracaso en cuarto down, los Redskins siguieron apretando sin éxito. Consiguieron anotar un field goal (7-10), pero Cousins fue interceptado en la siguiente posesión y más tarde fallaron otra patada a palos de 55 yardas que cerró la primera mitad, aunque para consuelo de Hopkins, Nugent, su homónimo en Cincinnati también había marrado antes una de 51 y más tarde fallaría un extra point. Una vez más, los Kickers fueron tristes protagonistas del partido por sus errores.
Parecía imposible que se hubiera llegado al descanso con solo tres puntos de ventaja para los Redskins tras lo que habíamos visto en el campo, sin embargo, también fue exasperante la falta de brazo de Cousins, que se movía muy cómodo en lanzamientos cortos, pero rehuía los lanzamientos largos, que volaban imprecisos o exasperadamente lentos.
En la segunda mitad no cambió la tónica en la desaparecida defensa de los Bengals. Todos y cada uno de sus jugadores siguieron jugando igual de mal. Ni presionaban a Cousins, ni se aclaraban en cobertura, con los receptores de los Skins inexplicablemente solos una y otra vez.
Sin embargo, después de tantos meses, volvió una de las armas favoritas de Dalton como salvavidas para su equipo. Tyler Eifert, anotó un touchdown espléndido en la primera serie de Cincinnati tras la reanudación (13-10) y Dalton volvió a verle como su seguro de vida favorito durante el resto del partido (102 yardas y un touchdown en 9 recepciones). Al mismo tiempo, AJ Green volvía a la vida después de haber sido secado por Norman en la primera mitad (121 yardas en 9 recepciones).
El ataque de los Bengals estaba viviendo sus mejores momentos y Dalton anotó un touchdown de carrera en la siguiente posesión (20-10), pero Cousins devolvió a la vida a los Redskins conectando con Reed para una anotación de 23 yardas cuando su equipo estaba increíblemente contra las cuerdas (20-17).
El último cuatro continuó con ambos equipos devolviéndose golpes en medio del caos y de cierto desconcierto. Primero fue interceptado Dalton con un pase incomprensible en la yarda 20 rival. De inmediato llegó un touchdown de 33 yardas de un Crowder completamente solo (20-24), y la réplica de Cincinnati con una carrera de Hill después de un pase a AJ Green de 40 yardas (27-24). Como guinda, un field goal de Hopkins empató el partido (27-27) a falta de un minuto para el final.
Los Redskins habían sido incapaces de ganar el encuentro ante una defensa inexistente, pese a todas las facilidades, y los Bengals habían sobrevivido gracias a su explosividad ofensiva.
El tiempo extra no cambió nada. Cincinnati continuó dando todas las facilidades en defensa y Washington se encargó de desperdiciarlas. Hopkins falló el field goal de la victoria, de 34 yardas, Dalton sufrió un fumble a falta de un minuto y todo acabó con un Hail Mary ridículo de Cousins que viajó a ninguna parte. Londres vivió el segundo empate de la temporada. Hay que remontarse a 1997 para encontrar dos marcadores igualados en jornadas consecutivas. Y todavía más lejos para ver tantos kickers tener actuaciones decisivas tan ridículas.