El Sevilla da espectáculo ante el Dinamo y es líder de su grupo
Se quitó de encima al Dinamo de Zagreb sin despeinarse con goles de Vietto, Escudero, Nzonzi (gigantesco) y Ben Yedder. Pero el empate del Lyon lía el grupo.
El Sevilla de Sampaoli, que fue recibido de perfil por la crítica y la grada del Sánchez Pizjuán, es líder de su grupo en la Champions después de quitarse de encima al Dinamo de Zagreb sin despeinarse y con ratos de fútbol brillante. Con seis goles a favor y Sergio Rico imbatido en cuatro partidos, Nervión se lo pasó pipa con su equipo, que definitivamente parece haber despegado. Hubo tiempo para todo en el festival. Para que al fin Vietto demostrase destreza en el área (1-0), Escudero siguiera llamando a las puertas de la Selección con sus tremendas galopadas (2-0), Nzonzi, gigantesco, se elevara por encima de todos (3-0) y Ben Yedder le pusiera la guinda a un partido cómodo y perfecto del Sevilla. Iba todo tan bien que el personal, venido arriba, se permitió el lujo de celebrar los goles del Legia en Varsovia. Pero en medio de tanto jolgorio, al Olympique de Lyon le dio por empatar en Turín y enfriar un pelín la verbena. El pinchazo de la Juventus deja al Sevilla líder de grupo pero hay quien mira de perfil la situación: si gana a la Juventus será primero de grupo y si empata estará clasificado. Pero si pierde los dos partidos podría estar fuera de la competición. Los conservadores preferían una victoria bianconera.
De ese asunto, sin embargo, se hablará el 22 de noviembre. De momento, lo que se ve es que el proyecto que Sampaoli enseñó sobre plano a Monchi empieza a coger forma. Que ya nada parece una excentricidad y que el fútbol empieza a fluir. Que se rota con naturalidad y que al Sevilla le sale buen fútbol. Que lo que pintó el argentino empieza a parecerse un edificio y que a ver hasta dónde llega el Sevilla. Sin Nasri, Sampaoli, más práctico de lo que contaban las leyendas de los puristas, introdujo a Kranevitter para proteger a Ganso, jugador de una sola dirección que no tiene retroceso pero que en partidos como ante el Dinamo saca a paseo su pierna izquierda y juega lo que quiere con su especialidad, los pases de tiralíneas milimétricos. Con Kranevitter de guardaespaldas, Sampaoli soltó a los carrileros, Mariano y Escudero, que estuvieron enormes. La distancia entre los dos equipos fue sideral. El Dinamo, en especial Stojanovic, intentó intimidar en el inicio con una falta terrible sobre Vitolo. Pero el Sevilla arrancó la máquina e hizo que cayeran los goles. El partido fue tan cómodo que Sampaoli y los mismos jugadores gestionaron el desgaste con vistas al Barça. Todo fue perfecto hasta que llegaron las noticias de Turín. El gol de Tolisso hacía líder al Sevilla pero evitaba su clasificación para octavos de final. La paradoja le echó un poco de hielo a la caldera de Nervión, que el domingo le prepara sus mejores galas al Barça.