Los Falcons destrozan a los Buccaneers en Tampa Bay
El quarterback de Atlanta tuvo un día de campo con cuatro pases de touchdown en el triunfo de su equipo a domicilio.
No hay imagen más apropiada que el cráneo en el casco de Tampa Bay. Si los Buccaneers no estaban muertos, Matt Ryan los mató. El quarterback de los Falcons de Atlanta continuó con su espectacular temporada al lanzar cuatro pases de touchdown y masacrar a domicilio 43-28 a los Buccaneers de Tampa Bay.
Es justo decir que Atlanta se cobró con creces la derrota en la semana inaugural en casa ante los Bucs.
Ryan, quien terminó con 344 yardas, recorrió el terreno a placer y encontró en la zona de anotación a Levine Toilolo en conexión de 32 yardas en el primer cuarto y luego culminó la obra con espirales de touchdown de una yarda a Patrick DiMarco, de tres yardas a Julio Jones y de 2 yardas a Austin Hooper en la segunda mitad para confirmar la paliza. Taylor Gabriel anotó en acarreo de nueve yardas hacia el final del segundo cuarto para darle a los Falcons la ventaja definitiva al colocar la pizarra 20-14.
Al igual que en la primera semana, Tampa Bay parecía estar dispuesto a dar pelea. Jameis Winston inició el juego comandando una ofensiva de 13 jugadas que culminó con pase de touchdown de tres yardas a Mike Evans. Luego de que Atlanta solo pudo convertir en dos goles de campo de Matt Bryant el par de fumbles de los Buccaneers, Tampa Bay retomó la ventaja con la segunda recepción anotadora de Evans, ahora a pase de 24 yardas, que le dio la última ventaja a los Bucs en 14-13 con 8:35 en el segundo cuarto.
A partir de entonces, el barco bucanero comenzó a hacer agua y en la segunda mitad se hundió por completo.
La tragedia de los Bucs no terminaría ahí. Luego de que Winston (22 de 37 para 261 yardas) lanzara su tercer pase de touchdown, una espiral de siete yardas a Adam Humphries con 6:47 del final que “acercó” a Tampa Bay 40-20, sufrió una lesión en la rodilla en un inútil intento de conversión, al acarrear el balón y recibir un fuerte golpe. En esas dos jugadas se resume la actuación de los Bucs.
En tanto, el único peligro que enfrentó Matt Ryan fue el de permanecer en el terreno con la pizarra 40-20 y a menos de siete minutos del final.