La brutal autocrítica de Paul George tras derrota de Indiana
Paliza de los Hornets, liderados por un gran Kemba Walker, a unos preocupantes Pacers que han perdido todos los partidos fuera de casa.
Los Pacers están 3-4: 3-0 en su pista, 0-4 fuera. Una transformación preocupante y que tiene al equipo atacado de los nervios. Después de fallos groseros que permitían canastas fáciles de los Hornets, se cruzaban miradas asesinas y Paul George hacía ostensibles gestos a sus compañeros. Contra un rival que no se les da bien (3-0 para los de Carolina la temporada pasada), los Pacer estuvieron especialmente mal: 75-55 al descanso después de un primer cuarto en el que los Hornets anotaron 43 puntos (43-34), 30-14 ya en seis minutos con un 80% en tiro del equipo local, que anotó en sus doce primeras posesiones.
El propio Paul George estalló tras el partido: “Ahora mismo no hay química ni fe, no creemos en nosotros. Somos un equipo sin vida, sin unión”. Y Thad Young le acompañó en la preocupación: “Lo peor de todo es que ni siquiera estamos jugando contra los mejores equipos de la liga”. Los Hornets no están entre los tres o cuatro mejores equipos pero vuelven a ser graníticos: 5-1 ya con el excelente nivel colectivo de casi toda la era Clifford y ocho jugadores por encima de diez puntos con Kemba Walker a la cabeza en el que podría ser el año de su primer All Star (24 puntos con un 7/11 en tiros, 10 asistencias).
En unos Pacers patéticos (122-100 final) CJ Miles anotó 23 puntos desde el banquillo y Al Jefferson volvió a la que era su pista hasta junio con 12 puntos y 9 rebotes. Pero en los titulares el tope fueron los 12 puntos de Myles Turner. Paul George se quedó en 10 con 7 rebotes y 6 asistencias y Teague sigue sin funcionar (9 puntos, 6 asistencias).