Los Seahawks reviven en la NFL con un triunfo sobre los Bills
Jimmy Graham tuvo dos espectaculares touchdowns y la ofensiva de Seattle finalmente lució explosiva ante Buffalo.
Solo hay dos cosas mejores que una detención en zona roja en el minuto final para ganar el partido: Dos recepciones de touchdown a una mano de Jimmy Graham.
Graham realizó dos atrapadas circenses en la zona de anotación para robarse los reflectores en un partido que, literalmente, lo tuvo todo. Al final, los Seattle Seahawks hicieron valer los touchdowns de su estelar tight end al frenar en la yarda 15 a los Bills y derrotar 31-25 a Buffalo.
Desde ese momento se sabía que el partido no sería uno normal.
Taylor movió a los Bills aparentemente a placer y antes de que finalizara el primer cuarto ya los tenía al frente 14-7 con su pase de cinco yardas a Justin Hunter, luego de una ofensiva que consumió 10 minutos del reloj. Quien esperaba un físico duelo defensivo, quedó decepcionado.
La ventaja de Buffalo no duró ni cuatro minutos. Fue entonces que Graham requirió únicamente su brazo derecho para quedarse con la espiral de 17 yardas de Wilson, lo que desató el frenesí en la Ciudad Esmeralda y en millones de decepcionados jugadores de Fantasy alrededor del mundo.
Con el marcador 21-17 para Seattle luego de un field goal de Dan Carpenter y un acarreo anotador de tres yardas de Christine Michael, Graham lo hizo de nuevo. Solo que esta vez aumentó el grado de dificultad lanzándose al frente y con el defensivo prácticamente sobre su espalda para el touchdown de 18 yardas, con el que aparentemente los Seahawks se ponían en control.
Luciendo saludable por primera vez en la campaña, Russell Wilson terminó con 20 pases completos de 26 intentos y dos touchdowns, pese a la poca ayuda de su línea ofensiva, que admitió cuatro capturas.
Taylor y un LeSean McCoy que lució al 100 por ciento, controlaron el reloj durante más de 40 minutos, gracias a un Taylor que ganó 289 yardas por aire y sumó otras 43 por tierra, y un McCoy que provocó todo tipo de problemas para sumar 85 yardas terrestres.
Eso no importó mucho. La ofensiva de Seattle lució explosiva y vertical, tal y como no se le veía en mucho tiempo, particularmente ante una defensiva de respeto. La defensiva de los Seahawks, por su parte, se dobló pero no se quebró, especialmente con el juego en la línea.
El elusivo Taylor tomó el balón desde su propia yarda 40 con 2:41 por jugar. Sesenta yardas y tiempo suficiente para conducir a su equipo al triunfo. La defensiva de Seattle tenía otros planes.
“The Legion of Boom”, que sumó cinco sacks sobre Taylor a lo largo del encuentro, tuvo tres en la última serie, incluyendo consecutivas de K.J. Wright y Cliff Avril que les arrancaron la esperanza de las manos a los Bills.