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Futuro de Talca

El recuerdo de Urzúa y su dupla con Raonic: "Era bastante malo"

El chileno jugó en 2007 el legendario torneo Eddie Herr con el canadiense, actual número 3 del mundo. "Jugamos juntos porque él no tenía pareja", dice.

El recuerdo de Urzúa y su dupla con Raonic: "Era bastante malo"

El año 2007, Ricardo Urzúa era top ten junior tanto en singles como dobles. El rancagüino, era una de las promesas del tenis de menores chileno y llegó al prestigioso torneo Eddie Herr con su compañero de siempre: Guillermo Rivera, 4 del mundo en parejas. Sin embargo, él no pudo presentarse por una lesión. Para no quedarse fuera del cuadro de duplas, Urzúa optó por jugar con un joven alto y flaco. Su nombre, Milos Raonic.

"Milos era bastante malo, pero yo no tenía con quien jugar y él tampoco, imagínate lo malo que era... pero decidí jugar con él. Dije 'este flaco saca bien' y ya habíamos jugado en contra. Hicimos un gran torneo. Llegamos a semis pero perdimos por walkover", recuerda Urzúa en conversación con AS Chile.

¿Por qué no pudo presentarse junto a Raonic en aquella semifinal?

Porque él tenía que jugar qualy de Orange Bowl, que era la semana siguiente, entonces no coincidían ambos torneos. Logicamente él decidió privilegiar el singles porque no entraba directo. Si mal no recuerdo, creo que tampocó entró al cuadro principal (risas).

¿Qué recuerdos tiene del juego de él?

Sacaba muy bien pero de fondo era discretísimo. Había juegos en que le decía 'no la quiero tocar' y de verdad no la tocaba. Metía y metía aces.

¿Mantiene el contacto con Raonic?

Hasta el día de hoy nos hemos visto. También compartimos en Challengers y qualy de ATP. Con otro que he tenido buena relación es con (Grigor) Dimitrov que, sin ser amigos, también hemos podido hablar un par de veces.

¿Cómo cree que logró alcanzar el ascenso para ser hoy uno de los mejores del mundo?

Tras ese torneo que jugamos juntos lo vi en Montreal el año siguiente ante Fernando González. Le dieron una invitación y perdió con 'Feña' 7-6 en el tercer set, con match point desperdiciado incluso. No lo podía creer. Y a los cuatro meses nos encontramos en un futuro en Europa y él andaba con un entrenador francés. Y ese coach me contó que lo hizo jugar ocho meses sin parar en arcilla para que aprendiera a jugar rallies largos. Eso fue la clave para lo que es hoy... algo progresó (risas).

¿Esperaba ese progreso?

Del que sí me lo esperaba era de Dimitrov. Tenía un talento innato. De Milos nunca.