El triunfo de los Cardinals le da una mano a Dallas Cowboys
Arizona evita la muerta segura y mete a los Redskins en un problema para meterse en los playoffs de la NFL.
Se trataba de un partido de vida o muerte para Arizona en casa, ya que su oponente, Washington, es un rival directo en la lucha por los wild cards en la Conferencia Nacional. Las huestes de Bruce Arians supieron sacarlo adelante, imponiéndose por 31-23. Con el triunfo, los Cardinals mejoraron su registro a cinco victorias, seis derrotas y un empate. Los Redskins quedaron con seis éxitos, cinco reveses y unas tablas. El segundo acceso a los playoffs como wild card en la NFC lo marcan, por el momento, los Atlanta Falcons, con un récord de 7-4. Además, la derrota de Washington clasificó a los Dallas Cowboys matemáticamente a los playoffs.
Arizona realizó un buen partido como equipo, pero en sus filas brilló con luz propia el versátil running back David Johnson, quien totalizó 175 yardas, liderando a su equipo tanto en el juego de carrera como en el de pase. Johnson, además, firmó dos touchdowns, uno por vía terrestre (una yarda) para abrir el marcador y otro al atrapar un pase de 25 yardas de Carson Palmer a inicios del último periodo. Palmer también tuvo una buen actuación, registrando 300 yardas aéreas, tres lanzamientos de anotación y ninguna intercepción.
A pesar de llegar al descanso por detrás en el marcador, 10-6, Washington no se dio por vencido y ambos equipos nos obsequiaron con una espectacular segunda parte, estilo montaña rusa, en la que la ventaja cambio de manos hasta en cuatro ocasiones. Como siempre, Kirk Cousins cumplió liderando el ataque de los Redskins y concluyó el choque con 271 yardas, un pase de anotación y un touchdown en una jugada personal de una yarda.
Ganando por un punto (24-23), Arizona se lanzó a la la yugular de Washington y, cuando quedaban menos de dos minutos, Palmer completó su tercer pase de touchdown del duelo en un largo envío de 42 yardas a J.J. Nelson. Sin embargo, Cousins no se rindió y llevó la pelota hasta la yarda 28 local, buscando forzar la prórroga. Fue entonces cuando la presión que ejerció la defensa de los Cardinals acabó sellando el partido a su favor. Asediado por los continuos blitzes rivales, Cousins tuvo que sacarse la pelota de encima antes de lo que hubiera deseado, situación que aprovechó el cornerback local, Patrick Peterson, para interceptar el balón cuando restaban solo 41 segundos y sentenciar la necesitada victoria de Arizona.