La cantera de Universidad Católica se lleva gran parte de la gloria del bicampeonato

El bicampeonato de Universidad Católica encierra otro gran triunfo para la UC, específicamente para sus divisiones menores. La base del equipo que entró en la historia del club y del fútbol chileno, está formada por jugadores formados en San Carlos de Apoquindo.

Cristopher Toselli (28), Cristián Alvarez (36), Guillermo Maripán (22), Alfonso Parot (27), José Pedro Fuenzalida (31) y Nicolás Castillo (23), fueron parte del once tipo que utilizó Mario Salas en el Torneo de Apertura. La política de la UC tuvo un éxito rotundo, sobre todo porque cada uno tuvo un rol protagónico en la campaña.

Maripán y Parot fueron los que más crecieron en el histórico bicampeonato. Mientras el central se transformó en el estandarte de la defensa, por sobre Germán Lanaro, el lateral dejó atrás sus años de continuas expulsiones e irregularidad y junto a Toselli, no se perdieron ni un minuto de los 15 partidos del torneo. 

Castillo fue el goleador y máximo asistente, y Fuenzalida marcó goles claves, como los dos que le anotó a Unión Española. Cristián Alvarez aportó con su experiencia en momentos importantes y su presencia marca varias generaciones de jugadores formados en la cantera cruzada.

Entre el lateral y Jaime Carreño (19), hay 16 años de diferencia, por lo que muchas generaciones de cruzados están representadas en el bicampeonato. Cuando el volante nació, en marzo de 1997, Alvarez ya había clasificado con la Sub 17 a un Mundial. 

Con una participación menor en minutos pero clave en varios partidos aparecen Stefano Magnasco, Jaime Carreño y Benjamín Kuscevic, que de los cinco partidos que jugó, todos como titular, no perdió ninguno.

Otros de la cantera cruzada que participaron en la campaña fueron Raimundo Rebolledo y Carlos Lobos.

U. Católica

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