Kashima Antlers, el verdugo de la U que va por el Mundial de Clubes
A cuatro años de vencer a los azules en la Suruga Bank, los japoneses son la sensación del Mundial donde desafiarán al Madrid en la final.
1.
Jägermeister es un licor de hierbas que nació en Alemania y que comienza a expandirse por todo el mundo. Su símbolo es un ciervo. Como también lo lleva el Kashima Antlers. El próximo rival del Madrid en la final del Mundial de Clubes, tiene veneración por ese animal. No en vano, Kashima se encuentra en el sagrado valle de los ciervos, y creen que les ha dado suerte a lo largo de su historia. Bueno, él y también el mítico jugador, Artur Antunes Coimbra. Dicho así, no les sonará de nada. Si se les dice el apodo todo cambia: Zico, el excelso jugador brasileño.
2.
Su llegada en 1991, cuando el equipo militaba en la Segunda División nipona fue todo un golpe en la mesa del fútbol mundial. Lograron convencerle para que jugase sus últimos partidos en la tierra del Sol Naciente. Zico, por entonces Ministro de Deportes con Fernando Collor de Mello, aceptó la propuesta. Junto con otros brasileños, Alcindo y Leonardo (sí, el campeón del mundo en 1994 que jugó en el Valencia), llevaron a las mieles del triunfo a este equipo con orígenes humildes al que ahora consideran un nuevo rico en el continente asiático. Posteriormente llegarían Mazinho, Bismarck, Fabio Junior..
3.
El 1 de agosto del 2012, hace cuatro años, el Kashima fue conocido en Chile. La razón: los japones fueron el rival de Universidad de Chile en la Suruga Bank, que enfrenta al campeón de la Copa Sudamericana con el monarca nipón. Daiki Iwamasa y Renato pusieron en ventaja a los locales, pero un autogol del propio Iwamasa y un tanto de Charles Aránguiz le dieron vida a los dirigidos por Jorge Sampaoli. Al final todo se definió en los penales donde Kashima se impuso por 7-6. El único que falló en la tanda fue Francisco Castro.
4.
El Kashima pertenece a una ciudad de 60.000 habitantes que presume de feudo propio, el ya mencionado Kashima Stadium, construido para el Mundial de 2002, con capacidad para 45.728 espectadores. En la Federación Japonesa se ha celebrado de manera notable que disputen la final ante el Real Madrid. Un equipo japonés en un partido que verán por televisión millones de espectadores en todo el mundo. Justo cuando el patrocinio del Mundial de Clubes ha cambiado: Toyota no pudo competir con el dinero que ofrecía la compañía china Alibaba y ha perdido la seguridad de celebrar la competición allí. La próxima, muy probablemente, será en Emiratos, y de allí podría viajar a China. Quién sabe...
5.
El Kashima es un equipo japonés podría decirse clásico. Casi de ‘Oliver y Benji’. Repleto de futbolistas nipones técnicamente correctos, en los que destaca Shibasaki y Mu Kanazaki. En su palmarés lucen ocho Ligas, y fue el primer club que hizo un triplete (Liga, Copa de la Liga y Copa del Emperador) en el año 2000. Además de esos ocho entorchados, ha ganado cuatro Copas del Emperador, seis Copas de la Liga y cinco Supercopas de Japón. Aunque prácticamente todo el mundo no le da ni la más mínima probabilidad de triunfo, para ellos jugar ese partido es todo un mérito: lograron clasificarse para el Mundial apenas tres días antes de que comenzase, llevando a los ciervos a estar de moda en Japón. Y ahora no quieren volver al ostracismo.