Desastre Clippers: otra derrota y lesión de rodilla de Blake Griffin
El equipo angelino se deja remontar en Washington, acribillado por Bradley Beal (41 puntos). Y después anuncia que Griffin se opera.
Los Clippers se parecen cada vez más a los Clippers cuando su gran objetivo (el de esta temporada y las anteriores) era dejar de hacerlo. Después de comenzar 10-1 y parecer mucho más que la campaña pasada, justo lo que necesitan para ser por fin algo más que un talentoso outsider que cae mal a todo el mundo, han vuelto a perder demasiados partidos, algunos de forma inexplicable, y volvieron a quedarse muy cortos cuando los Warriors pasaron por el Staples.
Ayer perdieron en Washington (117-110) ante un rival al alza pero al que deberían haber ganado. Perdieron en un final horrible (22-8 final y 80% en tiro de los Wizards en el último cuarto: ni rastro de su buena defensa del inicio de curso), sello de la casa, y lo que es mucho peor, anunciaron que Blake Griffin tiene que pasar por el quirófano porque no remiten las molestas en la rodilla que han aparecido en la última semana. El ala-pívot estará de baja un tiempo que irá de tres a seis semanas. Estaba promediando 21 puntos, 8,9 rebotes y 4,6 asistencias. Sin él los Clippers, que tampoco presumen de profundidad de rotación, pueden pasar por serios problemas, con los Rockets despegando y los Jazz apretando por la cuarta plaza que ahora ocupan los angelinos. Y más allá de eso, zozobran porque reaparecen las lesiones en el currículum de un Griffin que sin ellas sería sin duda (sin asterisco) una de las grandes estrellas de la NBA. Sin ellas: la temporada pasada solo jugó 35 partidos de Regular Season y volvió a lesionarse en playoffs, en el colapso de su equipo (sin él y sin Chris Paul) ante los Blazers.
Claro que a los Wizards no les importan los problemas de los Clippers porque bastante tienen con los suyos propios. Que han mitigado con cinco victorias en seis partidos: 12-14, de pronto a un partido de la zona playoffs y a dos del cuarto puesto de un Este muy confuso más allá de Cavaliers y Raptors. El de los Clippers es un partido que hace unas semanas el equipo de Scott Brooks habría perdido seguro. Bradley Beal se quedó a un punto (metió 41) del tope de su carrera y propulsó a su equipo en la segunda parte. Terminó con seis triples (6/10), 13/23 en tiros, y estuvo bien acompañado por un John Wall (18 puntos, 11 asistencias) con el que siempre tiene cuestiones de química pendientes. Además, Markieff Morris anotó 23 puntos, 12 en el último cuarto y los Wizards empiezan a parecer lo que deberían ser: un aspirante a playoffs en el extraño Este.