Towns y un sensacional Ricky (14+14) acaban con Westbrook
En su peor versión, el base de los Thunder sumó su 19º triple-doble del curso. Los Wolves, en su mejor racha de la temporada.
Por primera vez en lo que va de temporada los Timberwolves pueden presumir de haber encadenado tres victorias consecutivas, las dos últimas ante rivales de entidad como Houston y OKC. Ha costado, pero parece que la joven y talentosa camada de lobos está despertando. Durante la visita de los Thunder esta madrugada confirmaron la mejoría defensiva que dejaron intuir en noches anteriores. No obstante, dejaron al equipo de Russell Westbrook en 86 puntos: su peor anotación del curso. La mano de Thibodeau empieza a notarse en Minnesota. Aunque nada de esto sería posible sin el nivelazo que viene mostrando Karl-Anthony Towns (espectacular con un 29+17 y 3 tapones) y la explosión de Ricky Rubio. Fundamentales ambos en el reivindicativo triunfo ante Oklahoma (96-86). El primero gobernó a su antojo, mientras que el español volvió a destacar como director de orquesta para encandenar su tercer doble-doble consecutivo: 14 tantos, 14 asistencias, además de 4 rebotes y 4 robos. 'Minny' marcha 8-1 cuando el internacional aporta dobles dígitos en asistencias.
Una actuación sensacional que acabó por desesperar al mismísimo Russell Westbrook. Pese a que firmó su decimonoveno triple-doble del curso (algo nunca visto desde los 31 de Wilt Chamberlain en la 1967-68) vivió una de sus peores noches. Falló mucho (7/23) y acabó perdiendo 10 balones. Buena parte de esto se puede atribuir al trabajo en defensa de Ricky. Pese que a Russell no lo viera así. "No estaba preocupado por él", respondió al ser preguntado sobre si le había sorprendido el rendimiento de Rubio. Pese a ello, los números dicen lo contrario. Especialmente en el tercer cuarto, el mismo en el que tantos partidos han tirado a la basura en Minnesota. No así hoy, resuelto con un parcial favorable 29-18. Periodo en el que el catalán sumó 6 tantos y repartió 7 asistencias mientras que el favorito a llevarse el MVP naufragaba con un 0-7 en tiros a la par que perdía 5 balones.
Es pronto para decirlo, pero Ricky ha recuperado su mejor versión. O al menos está emitiendo señales más que evidentes. Véase la alegría que transmite su juego. Lo que a su vez se traduce en un aumento de la confianza: 12 tiros lanzó, convirtió la mitad. En los tres últimos partidos (insisto, todos ellos ganados por Minnesota) ha contabilizado 46 asistencias. La mejor marca de la Liga a lo largo de tres partidos esta temporada. Igualando así al propio propio Westbrook. Todo ello tras igualar 48 horas antes su plusmarca personal (e histórica de la franquicia) de asistencias (17) ante el otro gran candidato a llevarse el MVP: James Harden. 12.3 puntos (con un 100% en tiros libres y 0 triples), 4 rebotes, 15,3 asistencias y 3,3 robos (por 9 pérdidas totales) es su promedio en esta racha victoriosa de los Wolves. Algo ha hecho clic en la cabeza del base. "Los resultados están allí. Pero no quiero que se deba a una racha puntual, sino prolongar este momento a lo largo de toda la temporada". Suena ambicioso.
¿Playoffs?
Conviene ser muy cautos, pero la química que desprende el equipo es otra. La inclusión de Brandon Rush en el quinteto (por la lesión de LaVine) ha resultado más que satisfactoria. El ex de los Warriors se ha ganado un hueco en la rotación. Como también un Nemanja Bjelica al que Thibodeau está empezando a dar minutos (e importancia) junto a Towns. Tener a ambos sobre el parqué multiplica las armas ofensivas de un equipo que, de seguir en línea ascendente, pueden llegar incluso a pelear por los Playoffs. El octavo puesto del Oeste va a situarse este año por debajo del 50% de triunfos. De hecho, a día de hoy están a tres partidos de los Blazers. Se puede soñar.
Westbrook, en el ecuador
Como decía antes, vamos a cambiar de bando para centrarnos en Westbrook. Los Thunder consiguieron su menor cantidad de puntos en los 56 triples-dobles que lleva en su carrera, lo que no quita que se convierta en el segundo jugador de la historia en promediar un triple-doble (30,8+10,7+10,5) en el ecuador de una temporada. Sólo le quedan 41 partidos más a este ritmo para unir su nombre al de Oscar Robertson. Está más que capacitado para ello. Veremos.