Embiid brilla y los Sixers otra vez ganan con dramatismo
Robert Covington dio el triunfo a Philadelphia con un triple a 4 segundos del final. Los Sixers han ganado 8 de los 10 últimos partidos.
Trust the Process. El mantra que llevamos repitiendo hasta la saciedad a lo largo de la temporada es una realidad que se manifiesta en las ocho victorias que los Sixers han sumado en sus diez últimos partidos. ¡Ocho! Sólo dos menos que las cosechadas en toda la temporada pasada. Y es que lo de este equipo empieza a convertirse en la Historia (así, en mayúsculas) del presente curso. Para quien no se lo crea, por favor, que vea el partido de esta última madrugada ante los Blazers. Hubo de todo: remontada, miedo (el que metió con su lesión en la rodilla un Joel Embiid del que en breve hablaremos), un ambientazo en la grada y un triple ganador. El de Robert Covington a falta de 4,5 segundos para la conclusión que acabó con los Blazers (93-92) que convierte a los Sixers en los reyes del clutch time. Ningún otro equipo en la NBA ha logrado acertar esta temporada sus tres lanzamientos en los cinco últimos segundos de un cuarto periodo o prórroga. Lucen un 15-26 de balance que les proyecta en 30 partidos ganados a mediados de abril. Ver para creer.
Increíble. No hay mejor forma para describir lo vivido anoche en Philadelphia. De las tinieblas al éxtasis. En pleno auge local, Embiid machacó el aro a falta de 7 minutos para el cierre del tercer periodo (53-58). Al caer, apoyó mal y cargó el peso sobre la rodilla izquierda. Quedó tendido en el suelo entre ostensibles gestos de dolor. El Wells Fargo Center se quedó helado. La gran esperanza de la franquicia, la misma que se había pasado en blanco sus dos primeros cursos, podría haberse roto de nuevo. Afortunadamente pudo levantarse por sí mismo y encarar el túnel de vestuario sin ayuda, apoyando la pierna lesionada. Cuando volvió a jugar para arrancar el acto decisivo la grada estalló: "¡Trust the Process!". Éxtasis puro. Se probó unos minutos, pero se sentó definitivamente a falta de 8:50. Los médicos no quisieron correr más riesgo con la contusionada rodilla.
Con Joel en el banquillo, toda hacía indicar que Portland se llevaría el triunfo. Era lo lógico. Pero el Proceso (bendita palabra) no entiende de formalismos. Como fervores creyentes, sus compañeros no bajaron los brazos en ningún momento. No sólo compitieron hasta el final, sino que los Ilyasova (24 puntos y +18 su equipo con él sobre el parqué), Covington (héroe con 22 tantos y dos triples en los 40 últimos segundos), McConell, Noel (5+9) o Sergio Rodríguez (el Chacho tuvo una de sus peores noches: 4 puntos y 2 asistencias) se las ingeniaron para conseguir el triunfo. Tremenda noticia esta. Como también hay que resaltar que en menos de un mes (desde el 30 de diciembre) lucen un 5-1 de balance en encuentros decididos por un margen inferior a los 5 puntos. Un 83,3% de éxito que contrasta (según datos de Kevin Pleton) con el 15,4% (4-22) acumulado desde el inicio de la 2015-16 hasta el pasado 29 de diciembre. Lo dicho, una locura.
Por culpa de la lesión, Embiid dejó en 10 partidos consecutivos su racha anotando al menos 20 puntos. Lo que no quita que en los 22 minutos sobre el parqué fuera un auténtico ciclón: 18 puntos, 10 rebotes, 5 asistencias, 4 tapones (para un promedio de 22,4+8,9+2,9+2,7 en sus 9 últimos duelos: 8-1). Números que contribuyeron decisivamente al quinto triunfo consecutivo de los Sixers en Philadelphia, lo que no veíamos desde hace un lustro. Y todo pese a que Lillard (30) recordó con sus 16 puntos en el primer cuarto al base que nos enamoró la pasada campaña. Sus Blazers llegaron a dominar por 14 (38-52) poco antes del descanso, pero acabaron dándose de bruces con un equipo que cree. Esa es la clave: creer. Trust the Process.