Los Wizards se vengan de los Celtics y siguen en alza
Wall y Beal se exhiben ante unos Celtics que no levantan cabeza. Los Wizards son el equipo más en forma del Este y rozan el cuarto puesto.
Hace no tanto, pero llegó a parecer que hacía un mundo, John Wall (26 años) y Bradley Beal (23) estaban en la conversación sobre cuál era, o más bien cuál podría ser a corto plazo, el mejor backcourt de toda la NBA. Después llegó a parecer imposible que Beal jugara sano un mes completo y que se entendiera con Wall sin miradas extrañas ni gestos de desconfianza mutua. Ahora todo eso ha quedado atrás, excelente trabajo de Scott Brooks, que si no es un mago de los banquillos sí es un buen canalizador de emociones positivas. Una de las cosas que necesitaban como el comer en Washington.
Los Wizards se han sobrevivido a sí mismos y tras un muy mal inicio de temporada están 25-20, son el equipo más en forma del Este con 14 victorias seguidas en su pista y 9 totales en sus últimos 11 partidos, y tienen el cuarto puesto de los Hawks a una victoria y el tercero de los Celtics a solo una y media. Habría parecido imposible si se hubiera dicho hace poco más de un mes. Además, el equipo acumula unos niveles excelentes de ilusión y confianza, y ha aprendido a apoyar en la pista sus palabras fuera de ella: contra los Celtics vendieron, después de partidos duros en sus últimos enfrentamientos, ganas de revancha y estética con el negro al frente en el prepartido, para trasladar a Boston al partido del funeral. Después, Wall y Beal hicieron el resto, los Celtics no tuvieron ni una sola ventaja en el marcador y el 123-108 final resultó incuestionable.
Los Celtics llevan tres derrotas seguidas y no han capitalizado lo más mínimo las cuatro que han enlazado los Raptors. Su defensa sigue siendo un problema mayúsculo por lo que concede a los rivales y por lo que resta a su ataque, que se ha hundido con respecto a la temporada pasada en puntos tras pérdidas del rival y anotación en transición. Marcus Smart aseguró que antes los rivales “odiaban” jugar contra los Celtics y que eso ya no era así. Y desde luego lo pareció cuando los Wizards dieron tirón tras tirón hasta que rompieron definitivamente un partido que solo les complicó en el segundo cuarto una buena racha (9 de sus 25 puntos) de un Isaiah Thomas que esta vez se quedó en un 1/7 en el último parcial.
Los Wizards salieron a pista con seis canastas sin fallo y firmaron un 74% de acierto en un primer cuarto en el que los Celtics se quedaron en un 2/12 en triples. Beal anotaba por todas partes y John Wall enseñó una confianza en su lanzamiento de media distancia que en el pasado literalmente no existía. El primero acabó con 31 puntos (13 en el último cuarto) y el base, lanzado hacia el All Star Game, con 27, 7 rebotes y 7 asistencias. Pero es que (la defensa de los Celtics…) hasta seis jugadores de los Wizards lanzaron en al menos un 50% de acierto. Uno de los que no lo hizo, Markieff Morris, se sobrepuso a un mal inicio y terminó con 19 puntos, 11 rebotes y 4 asistencias. Y protagonizó el único roce serio del partido del funeral, en encontronazo con Jae Crowder en un tiro libre que no llegó a mayores. Más que una conveniente revancha, el partido fue en definitiva una reivindicación mayúscula para los Wizards y otro toque de atención, el enésimo, para los Celtics.