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Antes del match que le dio el paso a Chile a la final del Grupo Uno Americano de Copa Davis, Nicolás Massú estaba optimista. Había visto en acción el gran cierre de año de Nicolás Jarry, seguido de cerca la mejoría de Christian Garin, la consolidación de la carrera de dobles de Hans Podlipnik y sabía que había una altísima probabilidad de que Víctor Estrella, el crédito dominicano, se bajara de la serie para privilegiar la defensa de su título en el ATP de Quito. En síntesis, el capitán tenía estudiadas todas las variables.

Lo de este fin de semana en Santo Domingo fue la mejor confirmación posible de ese contexto favorable para Chile. De entrada Jarry demostró que no le pesa la camiseta y en cancha rápida se mueve como pez en el agua. Sin importarle la mayor experiencia y el ranking superior de José Hernández lo batió con autoridad en sets corridos. El número 3 de Chile está para jugar tranquilo entre los 200 primeros del mundo. Es un jugador de challengers capaz de ser competitivo en su intento por ingresar al circuito grande.

A Christian Garín le dieron duro en las redes sociales por enredarse en el primer set ante Roberto Cid, pero el tenis tiene estas cosas. Un paso en falso no significa jugar un mal partido o acabar perdiendo. Lo que debe primar es cómo Garín enmendó el rumbo y le dio un baile en los sets restantes: 5-7, 6-1, 6-2, 6-2. El score a partir del segundo parcial ahorra mayores comentarios. En la Davis hay que estar allá adentro para saber lo que se siente. Garín tiene solo 20 años. Está en plena evolución. Y muy bien encaminado.

Las conclusiones positivas son también extensivas al doble, donde Jarry y Podlipnik constituyen hoy la pareja más sólida que puede alinear el ex campeón olímpico. Como hace tiempo no ocurría, Chile, a su nivel, dispone de un equipo que no depende necesariamente de que sus dos singlistas deban repetirse el plato en dobles. Julio Peralta, además, sigue siendo carta en futuras nominaciones. La victoria de los campeones panamericanos el sábado fue tan sólida como esperable.

Entre las buenas noticias del fin de semana copero se agrega, cómo no, el debut de Marcelo Tomás Barrios, quien a pocas semanas de haber cumplido 19 años se anotó con su primer triunfo. Si bien el partido era solo para las estadísticas, el chillanejo respondió, otorgó el cuarto punto y sumó horas de vuelo en la Davis. No es poco.

Chile cumplió. Era favorito y ganó como todos esperábamos. Anuló a un jugador copero como Hernández e impuso sus términos con comodidad. La victoria no da para descorchar nada pero es una constatación más de que el equipo sigue creciendo. Las grandes ligas están aún lejos, pero nuestros tenistas avanzan a tranco firme. Eso es lo que cuenta. Lo significativo.

Medellín, en abril, es la próxima parada y Colombia, con sangre en el ojo por la controvertida serie de Iquique, será un rival durísimo. Pero Massú y compañía están para pelear mano a mano en Grupo Uno Americano. Estos jóvenes no se achican y tienen talento e ilusión. Así, como alguna vez dijo célebremente el propio Nico, nada es imposible.