Messi es humano: un gol por su culpa y ningún tiro al arco
El argentino jugó uno de sus peores partidos desde que está en el Barça. Unos de sus numerosos balones perdidos valió el segundo gol del partido obra de Draxler.
El partido de Messi en París fue para olvidar. Tuvo una noche aciaga. El argentino jugó probablemente uno de sus peores partidos en el Barça. Perdió más balones de lo normal, 18 (el segundo que más sólo por detrás de Neymar, con 31). Además, de una pérdida suya nació el segundo gol del partido obra de Draxler. Y de cara a portería tuvo una actuación muy pobre. No disparó entre los tres palos en los 90 minutos y su aportación en ataque se limitó en un disparo rechazado. Trabajó poco en la recuperación y sólo robó dos balones.
Por contra, hay que destacar el espectacular partido de Di María, que ante el Barcelona mostró su mejor versión. El Fideo anotó dos goles. El primero para abrir la lata con un magistral lanzamiento de falta. El segundo, tras un gran amago y un disparo de rosca desde fuera del área. Dos goles en dos disparos entre los tres palos. El argentino de desfondó y se mostró muy participativo durante los 61 minutos que estuvo en el terreno de juego. Dio 24 pases, de los cuales 19 fueron buenos. Además recuperó tres balones y perdió diez.