Una contra vertiginosa del Shakhtar mediada la primera parte le sirve a los ucranianos para encarrilar la eliminatoria. El conjunto de Fonseca exhibió todas sus cualidades, montando contragolpes a una velocidad de vértigo, en lo que parecía una carrera de cincuenta metros de jugadores vestidos de naranja. Su plan fue tan diáfano como efectivo.
El Celta se hizo con el control del esférico en los primeros minutos, llevando la batuta y sometiendo al Shakhtar, aunque sin precisión en el último pase. De hecho, en la primera parte sólo hubo un remate a puerta local, tras una combinación entre Guidetti y Bongonda. El belga, que realizó un desastroso encuentro, convirtió su remate en un despeje. Mientras, los visitantes contenían el ímpetu celeste y arrasaban cada cierto tiempo con sus devastadoras contras. Marlos estuvo a punto de aprovechar una absurda pérdida de Tucu, pero erró en el mano a mano ante Sergio.
En la segunda parte, el Celta se volcó con decisión a por el empate. Sin embargo, la imprecisión en los metros finales continuaba vigente. Pyatov no tuvo que realizar ninguna parada. El 0-1 deja la eliminatoria muy cuesta arriba para los vigueses.