ADN RadioConcierto Radio
NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Revolución en la UC

No ha sido bueno el comienzo del Torneo de Clausura en Universidad Católica. Incluso los cruzados algo habían insinuado antes, en la intertemporada. Negativos resultados en los amistosos insinuaban cierta tendencia a la inestabilidad futbolística en el equipo. Sin embargo, lo más saliente entonces fue el intento de Mario Salas por implementar un nuevo sistema de juego, el modelo 1-3-4-1-2.

¿Qué llevó al DT a darle vuelta a la idea de alejarse del esquema táctico (1-4-2-3-1) que lo condujo al bicampeonato con los cruzados? ¿En el día a día detectó aspectos futbolísticos que lo alertaron sobre la necesidad de renovar la ubicación de sus dirigidos en la cancha? ¿Temía con el sistema original caer en la temida predecibilidad, el terror de cualquier técnico en medio de un ciclo virtuoso?

Tal vez, durante esta semana, cuando Salas charle con los medios, estas preguntas queden respondidas. Lo concreto es que el DT vive ahora el momento más crucial, en términos futbolísticos, en los dos años de gestión que lleva en San Carlos de Apoquindo. Extender los triunfos, más que irlos logrando luego de una etapa anterior signada por la negatividad, reviste amplias complejidades. El éxito repetido sobreexpone el funcionamiento, los adversarios toman notas cabales en torno a este y la motivación de ellos se potencia contra el equipo que les ha ganado a todos últimamente.

Da toda la sensación de que el técnico cruzado detectó ciertas señales de fatiga de material en el aspecto táctico e intentará una revolución. El término puede parecer exagerado, pero no lo es considerando su historial en las bancas. Su trayectoria está marcada a fuego con el 1-4-2-3-1. Por ejemplo, en la Roja Sub 20 hacía jugar a Ángelo Henríquez (un '9' de tomo y lomo) como extremo izquierdo para dejar a Nicolás Castillo en el eje del ataque.

De cambiar el sistema, serán dos las principales variaciones tácticas de los cruzados, en relación a lo realizado anteriormente. La primera tiene que ver con el juego por las bandas. Desaparecerán las duplas por los costados (Magnasco-Fuenzalida y Parot-Noir). Cada flanco será responsabilidad exclusiva de un solo hombre, respectivamente. Así, ocurrió ante Everton, cuando Magnasco y Noir actuaron por las bandas en el segundo tiempo. También contra Wanderers, con Christian Bravo y Fuenzalida en tales funciones. La tendencia a abrir la cancha se mantendrá en el medio, pero el ataque por las puntas decrecerá en asiduidad.

El otro aspecto que cambiará en la UC se relaciona con el eje del ataque. Por ahora, Salas ha optado por ubicar a dos centrodelanteros (Santiago Silva y Roberto Gutiérrez). En las últimas dos fechas, el juego se ha concentrado por el centro, con dos tipos 'aguantadores' de la marca, con facultades para retener el balón y jugar de espaldas al arco rival. Esto tiende a detener la fluidez ofensiva y tornarla algo sucia, ahuyentando la claridad. Sin embargo, ahí debe emerger Diego Buonanotte para esclarecer el asunto. Eso sí, parado atrás de ellos y sin el intercambio permanente de posición. Como lo hacía anteriormente con Castillo.

La otra opción es alinear un '9' junto a otro delantero habituado a jugar por las puntas (Noir, Bravo o Fuenzalida, por ejemplo). Habría espacio en el eje de la ofensiva para las rupturas de Buonanotte, uno de los recursos de ataque más relevante en el torneo pasado. Al final, es Salas quien decide. Harta pega tiene ya con su revolución en ciernes y los bajos resultados.