El Leverkusen de Aránguiz busca sorprender a Atlético
Verdugo en 2015, con el Madrid, hoy Chicharito Hernández es clave de un Leverkusen renacido. El Cholo, tres dudas en los españoles: Oblak-Moyá, Lucas-Giménez y Torres-Gameiro.
Cuando el Atlético aterrizaba ayer en Colonia, Alemania, lluvia constante y 10 grados de temperatura, le recibían. Bienvenidos de nuevo a la Champions. El reto, el sueño, la obsesión. Entre el Atleti y los cuartos hay un rival conocido, el Leverkusen. El mismo en octavos que hace dos temporada. Entonces se pasó pero costó. Fue por penaltis, tras 120 minutos, perder 1-0 en Alemania y ganar 1-0 en Madrid.
El Atleti es favorito pero ojo. El despertar de Chicharito (cinco goles en los últimos tres partidos) es un despertar general. El equipo ya no es aquel del final de la fase de grupos, en diciembre, en depresión y sin su estrella, Çalhanoglu, sancionado cuatro meses. Hasta el técnico, Schmidt, peligró. Pero entonces llegó el parón invernal y el Leverkusen se concentró en Florida e hizo crisálida.
Regresó otro. Chicharito volvía a hacer goles después de 18 partidos seco y emergió Havertz. Rocoso atrás, le gusta jugar el balón en el centro y que, Chicharito, en cuanto pueda, corra vertical. Lo bueno para Simeone es que Bender, clave, es duda: se retiró del último partido tocado. Lo malo es que Schmidt no olvida que el Atleti le dejó sin cuartos hace dos años, que su equipo nunca pasó de octavos en una Champions o que ha perdido las últimas seis veces que jugó a doble partido contra un español. Mucha revancha.
Pero Simeone y el Atleti también tienen: Chicharito. Un gol suyo ya les apeó de semifinales de la Champions hace dos años, justo después de que se eliminara al Leverkusen. Fue en el 88’ de la vuelta, cuando Chicharito jugaba en el Madrid. Duele el doble.
El Atleti, de diciembre a ahora, jugó 12 partidos, con 9 victorias, tres derrotas y tres penaltis errados, no ha terminado de definirse. A veces pareció que sí, como ante el Barça, en Copa. A veces que no: Alavés, en Liga. El partido de hoy puede decir cuál de los dos es de verdad. Simeone tiene tres dudas: la primera, en la portería.
Moyá cumplió pero Oblak ha vuelto y viajó. Parece que volverá también a la portería. La segunda es en defensa. Si Lucas no tuviera hoy juicio, sería él, pero no se sabe cuándo llegará a Alemania aunque viaje justo después: Giménez, aún sin minutos tras la lesión, podría ser pareja de Savic. La última es arriba: ¿Torres o Gameiro? Si uno lleva tres goles en cuatro partidos de titular, el otro hizo tres en cinco minutos del último, perfecto revulsivo. El segundo hace dos años no estaba. El primero sí. Y fue quien, por cierto, metió el penalti decisivo de aquella tanda.