Los Spurs completan otro 'Rodeo' victorioso ante los Lakers
San Antonio pasó por encima de los Lakers para cerrar su decimoquinto Rodeo con un 6-2 de balance. Pau mantuvo el acierto exterior (2/2 en triples) volviendo a partir desde el banquillo.
Sin alardes, pero con la eficacia que acostumbran, los Spurs volvieron a asaltar el Staples Center. 48 horas después de acabar con los Clippers, los texanos pasaron por encima de los Lakers (98-119). Una victoria decidida ya en el primer cuarto (20-36) y que les permite concluir con un 6-2 de balance el decimoquinto Rodeo de su historia. Sólo en una ocasión no concluyeron con récord positivo su anual y tradicional gira del mes de febrero, en la que acumulan más de un 70% de victorias desde la 2002/03. Un dato más que añadir a la enciclopedia de éxitos de un equipo que lleva dos décadas ininterrumpidas en la cresta de la ola. Y siempre con Gregg Popovich en el banquillo. Él mismo que en la víspera del paseo ante los Lakers volvió a ofrecer a los periodistas otra de sus habituales e irónicas reflexiones. "Hemos pasado aquí las cuatro o cinco últimas noches y me he ido a comer, a cenar y a beber vino cada día. Simplemente espero que la mitad del equipo se presente para jugar. Que le den a los entrenamientos. Tenemos que ir a comer por ahí. Este es un lugar atractivo", se explayó. Quedan claras cuáles son sus preferencias en Los Ángeles.
Una ciudad en la que Pau Gasol vivió sus mejores momentos en la NBA. Allí ganó sus dos anillos y allí ha vuelto a jugar tras más de un mes de baja por una fractura en el cuarto metacarpiano de la mano izquierda. Y lo ha hecho exhibiendo muñeca. Después del 3/3 en triples ante los Clippers, firmó un 2/2 ante su exequipo. Volvió a partir desde el banquillo. Nada más salir (ovación de la grada incluida) contribuyó a aumentar la brecha cantando sus dos bingos desde la frontal y poniendo un tapón a Larry Nance Jr. Lo que se dice marcar territorio. Se fue hasta los 15 puntos y 7 rebotes en algo menos de 20 minutos en su séptima victoria en ocho encuentros (tres de cuatro en el Staples) ante los de púrpura y oro desde que se mudara a Chicago en el verano de 2014.
Como decíamos, fue un partido que no pasará a la historia. Toda la atención estaba puesta en el teatro Dolby, escenario de la gala de los Oscar. Una ceremonia que, y retomando las palabras de su entrenador, Kawhi Leonard dio la impresión de no querer perderse por nada del mundo. Salió como un resorte y con 16 tantos (de 25 totales) en el primer acto impulsó el formidable acierto en lanzamiento de los visitantes. Incluyan a la ecuación las 19 pérdidas de los Lakers, muy bien aprovechadas por los Spurs (27 puntos por 9 de los de Luke Walton tras la docena de pérdidas de las espuelas), y ya se pueden hacer una idea bastante fiel y aproximada de lo ocurrido sobre el parqué. Conforme transcurrían los minutos la distancia en el marcador aumentaba hasta llegar a rondar la treintena. Momento para detener el rodillo. San Antonio no quiso hacer más daño. El último cuarto sobró. Pero a los Lakers les queda el consuelo del buen partido de Ingram (22 puntitos y un 10/15 en tiros) ante la atenta mirada de Magic Johnson y Jeanie Buss y las dignas actuaciones de D'Angelo Russell y Jordan Clarkson. Y, cómo no, poder disfrutar de la fiesta por excelencia del cine made in Hollywood. Hasta quizá el mismo Popovich se deje ver por uno de sus posteriores saraos antes de regresar a San Antonio. Otro Rodeo concluido con nota.