ADN RadioConcierto Radio
NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Guarello

Sólo queda luchar

Despojada de grandes atributos técnicos, se debe sostener sobre la actitud y la garra. Es decir, ante la falta de argumentos futbolísticos, no le queda otra que luchar.

Actualizado a
Sólo queda luchar
JORGE LOYOLA/PHOTOSPORT

Esta Sub 17 dirigida por Hernán Caputto que disputa el Sudamericano de la categoría en Rancagua puede ser el inquietante “tráiler” de lo que se avecina en el fútbol chileno. Despojada de grandes atributos técnicos, se debe sostener sobre la actitud y la garra. Es decir, ante la falta de argumentos futbolísticos, no le queda otra que luchar.

Asusta que un equipo chileno no pueda meter tres pases seguidos, o en lo que va del campeonato sea incapaz de levantar una sola pared ofensiva. Resulta increíble que los jugadores que en el futuro serán la base de la selección chilena adulta, basen todas sus posibilidades en pelotazos largos y pelotas detenidas. Es como ver fútbol de los años 30, el viejo “Pique, shot y gol” del Tigre Sorrel.

¿Qué pasa con nuestras divisiones cadetes? ¿Qué clase de jugadores se están formando? Los muchachos corren. Los muchachos meten. Los muchachos se la creen. Muy bien. Pero hace falta mucho más para ser competitivos a nivel internacional. Seamos justos con este equipo, recordemos que la Sub 20 que fracasó en Ecuador ni siquiera exhibió las características antes mencionadas. Era un grupo de jugadores normales, con un par de buenos elementos, apagados y opacos.

Y esto se puede hacer extensivo a varios sudamericanos para atrás, tanto Sub 17 como Sub 20.

Insisto que el problema va más allá de este equipo, que tiene buenas posibilidades de meterse en el hexagonal final y por ahí clasifica al Mundial de la India. Es algo de fondo, permanente, como una niebla que no se despeja jamás. Parece que a los niños chilenos se les está olvidando gambetear, meter paredes, tacos, túneles, amagar, tocar, tocar y tocar.

¿No hay en Chile, entre todos los menores de 17 años, algún cabro “pichulero”, que la pise, la amase y la mueva? ¿No hay un pinganilla que enganche y meta un pase entre los zagueros? ¿No hay un muchacho que sienta la alegría de vivir con la pelota?

Hay algo que no funciona acá.

Sigue la narración del Chile vs Paraguay Sub 17