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MÁLAGA

Kameni: "Mi peor momento lo viví en el campo del Zaragoza"

El portero del Málaga ha sido víctima de numerosos insultos racistas a lo largo de su carrera y rememoró en El Larguero algunos de sus episodios más duros.

Kameni entrenando con el Málaga.
MARIANO POZODIARIO AS

Carlos Kameni siempre ha sido un futbolista muy identificado en la lucha contra el racismo en el fútbol. El portero del Málaga rememoró en El Larguero de la Cadena SER, con motivo del día internacional de la eliminación de la discriminación racial, algunos de los episodios más duros que ha vivido como futbolista sobre un terreno de juego: "Mi peor momento lo viví en el campo del Zaragoza en mi primer año con el Espanyol. Íbamos ganando 0-1 y me dijeron de todo, hasta el punto de que el árbitro me preguntó si quería que parase el partido, pero me veía con fuerzas para seguir. Me dijeron de todo y no sabía ni dónde estaba, pero tuve fuerzas para seguir jugando hasta el final. Dos semanas después de mi episodio volvió a ocurrir con Etoo, con el baile del mono. Me sentí muy mal".

También vivió un capítulo muy duro en un partido frente al Atlético de Madrid: "En el Calderón una vez me tiraron plátanos y luego en la zona mixta dije que si volvía a suceder, me comería el plátano porque hay muchos niños que mueren de hambre en el mundo. Con la comida no se juega".

Los insultos racistas en los campos de fútbol se han reducido notablemente, pero aún no del todo. "Es una barbaridad que en 2017 sigamos hablando de este tema. Y pasarán los años y los niños seguirán hablando de esto. Hay que cortarlo ya. No entiendo cómo los directivos permiten que estas personas entren en los campos. Que lo hagan en su casa o en la calle si se atreven", añadió el camerunés.

Pese a todo, Kameni considera que estas conductas corresponden a grupos absolutamente minoritarios: "Son una minoría de gente. No podemos decir que España es un país racista. Hay todo tipo de personas, pero esa minoría de gente ensucia la identidad española por sus actos y su forma de actuar. Mis hijos son españoles y cameruneses y sentirse tratados de forma diferente no es nada agradable. Esa gente no representa a ninguna afición. Son personas que se aburren en casa, no van al partido para disfrutar del fútbol ni de su equipo, sino para desahogarse y buscan así unos culpables".