El compañero de Alonso también se queja: "Somos los últimos..."

Después de hora y media peleando frente a monoplazas inmensamente superiores, Stoffel Vandoorne no terminó nada satisfecho con su McLaren tras el GP de Australia. Es lo que transmitió el compañero de Alonso a La Dernière Heure en Bélgica: "Fue muy difícil, no esperaba ni terminar. Ese es probablemente el único punto positivo, que llegamos hasta el final, aunque nunca tuvimos posibilidades de luchar por nada. Nos faltaba mucha potencia y así es imposible adelantar. Estamos pilotando en otra categoría, somos más o menos los últimos, es cierto, no somos competitivos".

El piloto belga enumera todas las averías con las que se encontró en la carrera y por qué sus tiempos no fueron regulares: "Tras ocho o nueve vueltas tuve un problema eléctrico y perdí la pantalla. Y hubo más durante la carrera, tuve que volver al pit para reiniciar el motor porque perdía potencia. ¿Los tiempos? Primero me doblaban frecuentemente y eso ensucia mucho las ruedas. Y segundo porque tenía instrucciones de guardar gasolina". "No estoy contento y es normal. Cuando pierdes tres segundos por vuelta no te diviertes, no estás compitiendo", finaliza.

No era su debut en la Fórmula 1 pero casi, porque hasta ahora Vandoorne sólo había participado en una carrera, el GP de Bahréin de 2016, sustituyendo a Fernando Alonso por su grave accidente en Melbourne hace ahora un año. Entonces logró un meritorio décimo puesto con un McLaren Honda que no era puntero pero sí consistente para entrar en el top diez regularmente. El piloto belga, de 25 años, llegó al programa de jóvenes de McLaren en 2013 y fue campeón de la GP2 en 2015.