DEPORTE

Los 10 mandamientos de un padre en una cancha de fútbol

La fundación ANAR da unos consejos a los padres para transmitir valores positivos a través del deporte

Los 10 mandamientos de un padre en un campo de fútbol. Foto: Flickr

Hace tan solo unos días los padres de los equipos infantiles del CD Alaró y Collerense protagonizaban una batalla campal en el partido que enfrentaba a sus hijos en el campo de juego. Por desgracia, esto no ha sido un hecho aislado.

Miles de niños participan cada fin de semana en competiciones deportivas que sus progenitores acaban transformando en un mal ejemplo con riñas, insultos, peleas y gritos.

La fundación ANAR para la protección de la infancia y la adolescencia da unos consejos a los padres para evitar situaciones como estas.

«Los padres y madres sois un ejemplo constante para vuestros hijos/as. A través del deporte, les enseñáis valores como el respeto, la solidaridad, el esfuerzo, las relaciones sociales, el trabajo en equipo, el espíritu deportivo… Por eso, queremos ayudaros a identificar qué comportamientos son los más adecuados para enseñar a vuestros hijos a disfrutar del deporte», aseguran.

1. El deporte es salud

El deporte debe ayudar a mejorar nuestra calidad de vida a lo largo de nuestra existencia. Debemos aprovechar sus beneficios y no dejar que se convierta en una fuente de estrés o conflictos.

2. Resuelve y enseña a resolver conflictos de forma positiva

La rivalidad que surge de las competiciones puede generar conflictos. Los padres deben tratar de resolverlos de forma calmada y sin violencia para transmitir a los hijos una herramienta para solucionarlos de una forma positiva. Aprenderán así a ser tolerantes, a dialogar, a ponerse en el lugar del otro…

3. Hay que respetar la autoridad

Es necesario para vivir en sociedad y así debes enseñárselo a tus hijos. Entrenadores, profesores, y árbitros representan para tus hijos la autoridad y deben ser respetados. No cuestiones estas figuras delante de tus hijos o perderán referencias para su aprendizaje.

4. El deporte ayuda a las relaciones sociales

Es importante que enseñemos a nuestros hijos a trabajar en equipo. Además de saber cómo luchar con otros para alcanzar una meta y controlar la frustración si las cosas no salen como habían previsto, deben aprender a respetar al rival y a ser solidarios.

Muestra a tus hijos cómo podemos superarnos a nosotros mismos cuando tenemos delante a un buen rival.

5. El deporte enseña a canalizar emociones de forma positiva

El deporte ayuda a canalizar la tensión a través del esfuerzo físico. Esa liberación debe producirse de forma adecuada y nunca desde la violencia o la agresividad.

6. Debes ser un ejemplo para tus hijos

Los menores aprenden con el ejemplo y aunque en ocasiones hagan lo que les decimos, generalmente harán aquello que nos vean hacer.

Debes vigilar tu comportamiento durante la competiciones deportivas y expresarte siempre con respeto.

7. El deporte enseña el valor del esfuerzo

Enseña a tus hijos que cuando nos esforzamos por lograr una meta y esta no llega debemos tratar de superarnos a nosotros mismos evitando la frustración.

Deben aprender a ser constantes y que la tensión y la ansiedad que generan el tratar de conseguir algo no afecte a su rendimiento.

8. Permanece junto a tu hijo pero no le controles

Aunque creas saber mucho de cualquier tipo de deporte, no es bueno sobreproteger a los hijos ya que les impide crecer como personas.

Los niños deben aprender de sus fallos y es inevitable que sufran en ocasiones. Este aprendizaje es necesario para su vida. Lo único que necesitan saber es que siempre estarás a su lado y que podrán contar contigo para lo que sea.

9. El juego tiene que ser algo divertido

No debe ser competitividad. Algunos progenitores son tan exigentes con sus hijos que no les permiten disfrutar del deporte. El juego es un derecho para cualquier niño y así debe ser respetado y enseñado.

10. La motivación enseña más que la crítica

Los niños aprenden más con un mensaje positivo y que refuerce sus logros ya que, de esta manera, aprenden a superarse a sí mismos. Si les comparas con otros compañeros o les menosprecias por no llegar a tus expectativas solo lograrás hacer crecer en ellos una baja autoestima.

Si criticas a sus compañeros delante de tus hijos o en público menospreciarán a otras personas y se mofarán de ellas en un futuro.