Cómo eliminar el olor de axilas sin desodorante
El sobaco de tu colega podría neutralizar tu tufo axilar. Lo afirma un nuevo estudio de la Universidad de California. Se hace así
¿Te canta el alerón cual difunto en noche de verano? ¿No hay desodorante capaz de contener ese tufo? La ciencia te trae dos noticias: una buena y una mala. Mejor dicho, una buena y otra algo repugnante, pero eficaz. Primero, busquemos culpables del hedor. Y no son otras que las bacterias que viven en tu axila. “El sudor en sí es inodoro pero son las bacterias Gram positivo de nuestra piel las que se encargan de su descomposición, formando ese mal olor característico. Además intervienen los ácidos grasos, amoníacos y otras no identificadas que modifican el aroma de ese sudor”, apunta la doctora Maribel Serrano, de la Clínica Tufet en Barcelona. Pero, oye, que resulta que las bacterias del vecino hacen lo mismo, con distinta maña, y sin hedor (bromhidrosis es su nombre técnico, tampoco es plan de ir al dermatólogo hablando de sobacos cantarines). Así que, ¿qué tal un trasplante de microbios de su alerón al tuyo y eso que te ahorras en desodorante? Dicho y hecho.
Un estudio de Chris Callewaert, del departamento de bioingeniería de la Universidad de California (EE UU) y presentado en el pasado Simposio de Dermatología del Instituto Karolinska así lo constata. El cómo también tiene miga. El bueno de Callewaert pidió al del alerón pestilente que se lavara las axilas con jabón antibacteriano durante cuatro días. A su donante, en cambio, le pidió mantener el sobaco a las bravas, que creciera allí la fauna que la naturaleza estimara oportuno. Pasado el tiempo raspó para tomar algunas pieles muertas con su fauna de microbios del donante y lo untó sobre la axila del de la bromhidrosis. Mano de santo. De los 18 casos de estudio, 16 reconocieron atufar menos al menos durante un mes. De ellos, la mitad notó esta mejoría durante tres meses o más.
¿Y no hay una alternativa menos escatológica? “De entrada, llevar unos hábitos de vida saludables: una dieta equilibrada (sin excederse en el consumo de comida rápida o hipercalórica), higiene adaptada a cada tipo de piel y ropa adecuada que evite el exceso de sudor y maceración de los pliegues axilares”, apunta el doctor Alejandro Martín-Gorgojo, de la Clínica Dermatológica Internacional. Pero si sudas a mares (llamémoslo hiperhidrosis) o lo justo, pero apesta, hay una solución “posiblemente permanente con un procedimiento no quirúrgico con microondas denominado MiraDry. Hemos publicado una revisión y nuestra experiencia hasta la fecha en la revista Actas Dermo-Sifiliográficas.
Como paso previo a aniquilar posiblemente tus glándulas sudoríparas puede que prefieras un poco de bótox. El doctor Gabriel Serrano, director médico de Clínica Dermatológica Dr. Serrano, recuerda que “es una técnica mínimamente invasiva y casi indolora en las axilas. Al cabo de una semana el sudor se reduce más de un 83%. Los resultados duran entre cuatro y nueve meses, pasado este tiempo hay que repetir el tratamiento, aunque cada vez se suda menos. Es decir, los efectos son acumulativos”. Es eso o untarte con el sudor de tu colega. Tú decides.