SALUD
Una cerveza o una copa de vino al día no mejorarán tu salud
Durante mucho tiempo hemos convivido con esta frase: “Consumir una copa de vino o una cerveza al día no solo no es nocivo, es beneficioso para tu salud”Operación Triunfo Eurovisión 2018: La Gala de OT, en directo
Que si el alcohol con moderación es bueno, que si un poquito de vino o de cerveza protege tu sistema cardiovascular, que si una copita no repercute en mi salud…por una parte queremos convencernos de ello ya que lo usamos para divertirnos y desinhibirnos en nuestros momentos de ocio, sin embargo, muchos estudios avalan que el alcohol es perjudicial en cualquier cantidad.
En primer lugar, centrémonos en “la paradoja francesa”, o por qué hasta ahora el alcohol en pequeñas cantidades (sobre todo el vino), se consideraba un aliado para el corazón. La “paradoja francesa”, atribuida al irlandés Samuel Black en el siglo XIX, indicaba que los franceses sufrían una menor incidencia de enfermedades cardiovasculares pese a un mayor consumo de grasas saturadas y alcohol. Asimismo, a finales de los años ochenta, varios artículos científicos apuntaron al vino como cardioprotector porque contenía un antioxidante llamado resveratrol, del que se dice que mejora la vasodilatación sanguínea aún sin evidencia científica clara de sus beneficios.
El gran problema del alcohol es que muy pocas personas son capaces de beberse únicamente una cerveza o una copa de vino al día, y además, éste se suele acompañar de alimentos escasamente nutricionales, como patatas fritas, nachos o demás comida altamente calórica. Lo habitual es el abuso de alcohol, y lo poco común son las personas que acompañan con un plato sano de verdura o legumbres este tipo de bebidas. Si a esto añadimos que la Organización Mundial de la Salud considera el alcohol como uno de los principales problemas de salud pública por su perfil neurotóxico, adictivo, carcinogénico o inmunosupresor, tendremos entonces un cóctel perfecto (nunca mejor dicho) para replantearnos la famosa frase de “bebe alcohol, pero con moderación”.
Para rematar, el meta-análisis publicado en 2012 que incluía 222 estudios sobre más de 92.000 sujetos considerados como bebedores escasos de alcohol (solo una bebida alcohólica al día) concluyó que el consumo de esta sustancia, aun siendo en pequeñas cantidades, aumenta el riesgo de padecer varios tipos de cáncer.
Pero, ¿el vino y la cerveza no tienen nada positivo?
Claro que lo tienen, pero podemos obtenerlos a través de otros alimentos sin tener que echar mano de su consumo. En el caso del vino, los polifenoles o el anteriormente mencionado resveratrol, también están presentes en frutas como las moras y las frambuesas.
En el caso de la cerveza, es fuente de vitaminas del grupo B como la riboflavina y el ácido fólico, que podemos obtener a través de alimentos como los huevos, el pescado, la carne o las legumbres.