El Eibar sorprende al Celta de Hernández y Berizzo
La efectividad del Eibar sitúa a los armeros a las puertas de Europa. El equipo de Mendilibar asaltó Balaídos con tantos de Kike García y Pedro León. El Celta presentó un equipo plagado de suplentes y sólo reaccionó tras la entrada de Iago Aspas.
El sueño europeo del Eibar sigue creciendo. El cuadro vasco sumó en Balaídos su tercera victoria consecutiva y apeó al Celta de la carrera por la séptima plaza. Esa posición le corresponde ahora a los armeros, a expensas de lo que haga mañana la Real Sociedad.
Berizzo optó por una rotación profunda pensando en la histórica cita del jueves en los cuartos de final de la Europa League contra el Genk. Respecto a la alineación de tres días antes en Mestalla sólo repitieron Sergio, Roncaglia y Hernández.
El Eibar salió con todo, un 4-4-2 con dos delanteros centros puros. Este tándem de arietes no tardó en aprovechar la fragilidad defensiva local. Lo hizo en una acción de manual: envío en largo de Ramis, dejada de cabeza de Sergi Enrich y Kike García se encargó del control y del disparo. Fue el sexto tanto de uno de los puntas más efectivos del campeonato.
Con escasos argumentos sobre el terreno de juego para buscar una reacción, el Celta no tuvo capacidad de respuesta. La tarde siguió complicándosele a los célticos con los problemas de rodilla de Rossi. Los fantasmas más oscuros de su pasado volvieron a rondar al italiano. En su lugar no entró Aspas, sino Beauvue. Yoel en su regreso a Balaídos se limitó a saludar a la grada.
El cuadro eibarrés tuvo un par de situaciones para sentenciar antes del descanso. A Pedro León se le escapó un control que lo hubiera dejado en un mano a mano con Sergio, y después el portero del Celta repelió con problemas un tiro de Bebé.
Los armeros gozaban de una plácida tarde al sol de las Rías Baixas y como si se tratara de un entrenamiento llegó su su segundo tanto. Luna dobló a Bebé y puso un balón atrás para que Pedro León rubricara la jugada con un remate al primer toque. Otra acción de tiralíneas de los pupilos de Mendilibar.
Pudo reengancharse el Celta al partido con un sensacional disparo de Jozabed que se encontró con la madera. A falta de 25 minutos, Berizzo metió a Aspas para que el moañés obrara su enésima hazaña. En esta ocasión hubiera sido un milagro.
Los locales no marcaron, pero con su estrella sobre el campo fueron un equipo reconocible. El delantero rondó el gol con dos genialidades. Un disparo que se marchó cerca de la escuadra y una falta que se fue al travesaño. Tampoco acertaron Beauvue y Roncaglia. No era el día de los celtiñas, pero sí de un enrachado Eibar.