Nadal sufre con Edmund para sellar su victoria 400 en arcilla
El español, que aspira a un décimo título en Mónaco, ganó por 6-0, 5-7 y 6-3 al británico de 22 años y mañana se medirá al peligroso Alexander Zverev.
La primavera, de verdad, entra en el deporte cuando Rafa Nadal pisa la tierra del Monte-Carlo Country Club. Donde arranca la campaña europea sobre la alfombra ocre, que desembocará en el Bosque de Bolonia y el monumento de Roland Garros. Ese espacio como fuera del tiempo donde tintinean las cucharillas en las elegantes terrazas del club, hasta donde llegan el sonido de los bombazos y las derrapadas de los tenistas. Allí donde Rafa Nadal ha ganado nueve veces y donde hoy volvió a su superficie favorita con una victoria muy sufrida sobre Kyle Edmund: 6-0, 5-7 y 6-3 en 2h:18.
Fue el inicio de las ocho semanas de pasión para Nadal, en las que pasará por Montecarlo, Barcelona, Madrid, Roma y París. Un inicio repleto de espinas frente al británico, número 45 del mundo y de 22 años, contra el que no se había enfrentado nunca. Edmund sintió en el primer set el peso del top-spin, de las bolas altas y enroscadas que obliga a devolver los restos muy arriba y se vio obligado a jugar muy atrás. Se resolvió con tres roturas y un 6-0 en 28 minutos. Tan rápido que no presagiaba batalla...
Pero en el segundo parcial, Edmund descifró el juego de Nadal, la altura de la bola, y se metió más dentro de la pista. Con un carrusel de golpes ganadores (34 al final con 44 errores no forzados), neutralizó una rotura del actual campeón, ganó tres juegos seguidos y se colocó 4-2. Nadal le rompió, pero el pegador británico fue capaz de voltear la situación (7-5) anunciando que tiene futuro.
El sol se fue apagando y también el juego de Nadal, que buscó el revés para frenar el drive de Edmund, demoledor. Quebró primero Nadal, igualó Edmund. Rompió otra vez Rafa... Un pim-pam-pum peligroso del que consiguió salir vivo con sus galones para seguir aspirando a todo. El primer contacto con la tierra fue duro.
Todo ocurrió en presencia de Guillermo Vilas. El argentino vio la victoria 400 de Rafa Nadal sobre tierra, un número redondo de una dimensión gigantesca. Porque en esos 400 partidos, el español sólo contabiliza 34 derrotas por 366 victorias, un 91,5% de efectividad. El mejor de la historia. El argentino, que se retiró con 659 victorias y 162 derrotas en arcilla (80,2%), y Nadal están empatado ahora a 49 títulos sobre tierra. Un duelo en el tiempo que debería decantarse pronto ya hacia el lado del mallorquín, que persigue otra hazaña: firmar diez títulos en tres torneos, Montecarlo, Godó y Roland Garros.
"Creo que estoy muy cerca de donde quiero estar", avisa Nadal, que este año ha rozado el palo en Australia, Acapulco y Miami. Mañana le espera el espigado Alexander Zverev (hacia las 15:00, Movistar+), que derrotó a Feliciano López por 6-0 y 6-4. El alemán, 20 del mundo y que acaba de cumplir 20 años, llevó a Nadal a un quinto set en Australia y en 2016 tuvo un punto de partido para tumbarlo en Indian Wells. Pero esto es tierra. Y es primavera.