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ODEPA

El largo camino de Neven Ilic a la presidencia de la Odepa

A los 55 años, el dirigente se convertirá en el primer chileno en liderar el organismo. El desafío más importante de toda su carrera.

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El largo camino de Neven Ilic a la presidencia de la Odepa

Neven Ilic estaba emocionado cuando subió al escenario sólo minutos después de ser elegido en la Asamblea General como nuevo timonel de la Odepa. La elección más equilibrida de los últimos 40 años lo ubicó como el primer presidente electo desde 1975, y el primer chileno en asumir el cargo de liderar el deporte a nivel continental en la historia.

"Se me vienen muchas cosas a la mente de lo que ha pasado. Me siento muy feliz, muy orgulloso", fueron sus primeras palabras. Quizás, el constructor civil recordaba su etapa como directivo de la Federación de Tenis entre 2000 y 2004. Un cargo que le abrió las puertas a nivel dirigencial, y que se convirtió en el primer paso de lo que es ahora.

Luego vino la presidencia del Coch. "Te lo prohibo", recuerda que le dijo su padre cuando le comentó su intención de asumir en un organismo que estaba en el suelo, por manejos irregulares. Él insistió. Salió electo, y empezó un periodo, que luego fueron, dos, tres, y ahora cuatro.

En más de una década varios fueron sus logros. Con un manejo personalista, partió por ganarse la confianza de los deportistas, que lo ven como "el único que se la ha jugado realmente por el deporte", dice Erika Olivera. Luego, y no sin dificultades, empezó a ordenar la casa, pensando en ubicar a Chile otra vez a nivel continental.

La organización de los Juegos Sudamericanos Santiago 2014 fueron uno de sus puntos más altos. "Después de todo lo que pasó ahí me siento completamente pagado", afirmó. Sin embargo, la sensación de que Chile estaba para algo más grande, le seguía dando vueltas en la cabeza.

Un año antes Santiago había perdido con Lima la sede de los Panamericanos 2019, pese a que los cálculos de la delegación y el propio Ilic decían otra cosa. "Creí en gente que me entregó el apoyo y luego en la votación no lo hicieron. No hay que confiar en lo que te dicen", afirmó. "Parece que éste es un mundo que no conocemos".

Pero Ilic aprendió del golpe. Aprendió que las matemáticas en la Odepa funcionaban de otra forma, y no se resignó que Chile sea sede de un megaevento. El viernes pasado tras la renuncia de Buenos Aires, Santiago quedó con la pista libre para ser desde en 2023. Y hoy, se convirtió en el nuevo hombre fuerte del deporte panamericano.