Alonso: "Yo quería ir a fondo, pero mi pie tenía vida propia"
El asturiano relata sus primeras vueltas sin límites en el óvalo de Indianápolis. "El circuito parece muy estrecho a esas velocidades".
Muy satisfecho, aunque la emoción deja paso a la responsabilidad. Fernando Alonso completó 110 vueltas al óvalo de Indianápolis en su primera sesión de entrenamientos con el Dallara Honda de Andretti que pilotará en la Indy 500. "Lo que he sentido en el coche es más o menos lo que esperaba porque el simulador es muy realista. Lo que es diferente ahora es mi emoción de cara a la carrera. Ahora que he probado el coche estoy mucho más centrado en el trabajo que hay que hacer. Estoy emocionado, sí, pero quiero bajar y seguir hablando con el equipo. Hay muchas cosas en las que profundizar y el aspecto emocional ahora es secundario", dijo el asturiano en la rueda de prensa posterior.
A 358 kilómetros por hora admite que los márgenes del circuito se estrechan: "Me estoy acostumbrando a la velocidad, el circuito parece muy estrecho a esas velocidades. En la televisión o el simulador todo parece grande y fácil, y en el coche se vuelve muy estrecho. Por eso estuve probando líneas diferentes. No he estado tan cómodo como estaré en unas semanas".
Tras completar el programa de rookie y poder rodar sin límites, reconoce que la velocidad en Indianápolis impone: "Después del test de rookie me dijeron que rodara rápido, como quisiera. Sé que Marco Andretti ya pisa a fondo en la primera curva así que yo estaba convencido de pisar a fondo en la primera curva. Pero mi pie no, tenía vida propia. En la segunda o tercera vuelta ya sí era capaz y es una muy buena sensación. Sentir el respeto del sitio, del coche, de la velocidad. Para cualquier piloto es adrenalina pura".
Pudo empezar a comprender elementos técnicos propios de la Indycar, como el 'weight jacker' que regula el reparto de pesos, aunque el asturiano agradece la sencillez en comparación con la F1: "Te preguntan si estás preparado, dices que sí, te ponen las ruedas y te vas. En la F1 lleva unos seis minutos que el coche esté listo, para comprobar y comprobar si el sistema híbrido, si la electrónica... Aquí es más divertido, enciendes el motor y compites".
"Es más competición. Es más rápido, diferente. Pero al final todos hemos empezado en categorías pequeñas y echas de menos esas sensaciones por tener todo bajo control en la F1", dice Fernando. "Son dos mundos muy diferentes en cuanto a conducción. Un coche preparado para rodar sólo en óvalos, con poca carga aerodinámica y menor resistencia al aire, rodando en grupo para aprovechar los rebufos y ganar posiciones. En la F1 es una lucha contra el cronómetro, contigo mismo, en unas condiciones ideales".
El tráfico será "el principal desafío", para Alonso en el óvalo: "Hay dos cosas que no dependen de la velocidad, el tráfico y la configuración del coche tanto para la clasificación como para la carrera con los continuos ajustes. Todavía no los siento porque en este momento el coche me está llevando a mí, no lo estoy llevando yo. Tenemos que aprender en los primeros días de los entrenamientos libres. Pero como digo, estoy en el mejor posible, tenemos seis coches en este equipo y seguro que llegaré al 28 de mayo con muchas vueltas en tráfico".
Sobre si acude para ganar, o para vivir la experiencia: "De momento vengo a tener una gran experiencia, no puedes perder la perspectiva. Pero a uno no le gusta ser segundo, pasa lo mismo en cualquier deporte".
En cualquier caso, el sueño americano rompe con la pesadilla de McLaren Honda, y eso es algo que ayuda a todos: "Sí, ayuda. Esto mantiene la cabeza ocupada con respecto a lo que pasa en el mundo real de la F1. Es bueno para todo el equipo, tener esta nueva motivación que no esperábamos. Pero el principal objetivo sigue siendo la F1, que la combinación McLaren Honda sea fuerte. Tenemos que encontrar una solución. Pero mientras tanto esta Indy 500 pone una sonrisa en el equipo".