Mono Burgos: "Mi función es decirle la verdad a Simeone"
El segundo entrenador del Atlético concedió una entrevista a una revista en la que revela su relación con el técnico e ídolo del equipo rojiblanco.
Germán 'Mono' Burgos concedió una entrevista a la revista Papel donde repasa su trayectoria deportiva desde sus inicios, el momento cuando le detectaron un cáncer y la actualidad del Atlético de Madrid, donde ocupa vestuario con Simeone al que "equilibro y libero de dudas, de ansiedades".
Su relación con su compatriota Simeone la define de forma sencilla: "Si va uno, el otro aguanta... [se ríe] Mirá, los dos somos de carácter fuerte. Pero mi función es equilibrarlo a él. Liberarlo de dudas, de ansiedades. Yo no dudo. Nunca. Cuando vas con la verdad por delante no dudás. Mi papel es decirle la verdad: están para jugar éste, éste y éste. El papel de primer y segundo entrenador es como esos dúos de las películas de éxito. Como Robert De Niro y Joe Pesci...".
El Mono considera que ser del Atlético es especial. "Hay muchas cosas, ¿viste? Para mí era como el Racing Club de Avellaneda. Un club grande que ha descendido, que ha sido intervenido, que ha sido campeón del mundo... Yo entendí lo que era el Atleti cuando estaba en Mallorca. Veo un partido Leganés-Atlético de Madrid. Primer año en Segunda. Y veo cómo la gente iba por Butarque como una riada increíble. Y se me puso la piel de gallina [levanta la manga del jersey: la tiene de gallina]. Y yo mirando el televisor me decía: «Yo quiero jugar ahíiiii»... Nuestra afición alienta al equipo aunque pierda. Yo veo campos en los que empiezan: «Hola, fondo norte... Hola fondo sur» [Ridiculiza con la voz]. Y me digo: «Ay, ay, ay [Se lleva las manos a la cabeza]. Si van perdiendo, qué van a cantar entonces...»".
Su sobrenombre tiene una sencilla explicación: "Mis amigos me llaman Cabezón, ¿viste? En la cabeza que tengo me cabe un ordenador entero de la NASA. Gorila me lo puso Griguol, al que le tendrían que hacer una estatua. Me dijo: «Tú eres grande como un Gorila». Y de ahí pasamos ya a Mono".
Entre sus recuerdos más dolorosos están las dos finales de Champions perdidas en el último suspiro contra el Real Madrid. "¿Si me dolió más Lisboa o Milán? Las dos... Las dos, las dos. Pero es el mismo efecto que cuando sales campeón, sólo que al revés: en mí no dura nada. En Lisboa tras el gol en el minuto 93 le dije algo importante al Cholo. Algo que fue importante de ahí en adelante... Yo no hablo mucho después de los partidos. Trato de callar, de no alterar, me voy. Pero ese día dije algo importante. El partido continuaba. Iba 1-1. No había terminado. Yo necesito de un pesimista a mi lado para vivir [risas], soy un optimista nato. No puedo llevarme por emociones de jugadas. Yo estoy pensando, anotando, no me puedo llevar por la emoción. El Cholo tiene una manera de vivirlo en la que salta, patea, hace así con la gente. Yo tengo que complementar eso, el arquero tiene que ser frío, ¿entendés lo que te digo?".
Sobre su cáncer comenta: "El otro día una señora mayor me recordaba lo que le dije cuando a ella le contaron lo de la enfermedad. Le dije: «No te cagués, enfrentáte al espejo y décile al que tenés delante que vas a ganar». Me miraba la señora. Ya tiene pelo y todo... A mí me viene mucha gente con cáncer. La gente quiere esperanza. Que alguno salga. Cuando estás del lado de los blancos, con la bata blanca, es complicado. Cuando te llevan al quirófano y ves las luces, y te dice el camillero, como me dijo a mí: «Aquí el que te va a operar es del Madrid, eh». Complicado, complicado.no. ¿Miedo? No, al contrario. Me escapé de la Clínica Cemtro, no terminé la recuperación, iba con el suero para arriba y para abajo. Uno de los pibes, por el pasillo, me dijo: «Te agradecería que fueras a ver a mi papá, le quedan horas, es del Atlético de Madrid, si le puedes decir algo». Fui, me senté con él, hablamos, en ese momento te sientes alguien".
Para Burgos ¿Hay algo más que el fútbol? "Difícil... No me gusta nada que no sea fútbol... Llévame a un partido de tenis, te estás meando y no puedes salir, pasa un avión y no se juega, no puedes hablar ni fumar... Eso son todo problemas para el espectador. Imagináte el baloncesto: los tienen cuatro horas encerrados allí y cuando salen no saben si se hundió el subte [metro] o hubo una Guerra Mundial. Luego se cae uno al suelo y sale un tipo con una bayetita a limpiar... Dejáte de joder. El hockey, por ejemplo. Más en concreto el portero de hockey, a su mamá: «¿Y no me venís a ver?». Y esa mamá va. Y al final el hijo le dice: «¿Cómo me viste?». La mamá: «Pero si no te vi... Con la máscara, ese casco...». Noooooo".
En la polémica por el escudo, para el Mono "nadie piensa en el oso, ¿viste? El oso come más ahora. Antes comía de un costado y ahora come de abajo". Sobre la posibilidad de entrenar al Atlético algún día como primer entrenador, le gustaría "invariablemente. Y, si se tiene que dar algún día, se van a dar las cosas naturalmente". Ahora, "de los números dos soy el uno [se ríe]...".