Celta y Marcelo Díaz sufren su cuarta derrota consecutiva
El chileno estuvo en el elenco plagado de suplentes que dispuso Berizzo y perdieron contundentemente en La Rosaleda.
El Málaga sigue como un torbellino y desnudó a un Celta que ahorró todas sus prioridades para el decisivo encuentro de la Europa League del jueves contra el Manchester United de José Mourinho. Sexta victoria malaguista de siete partidos con festival de Ontiveros. Y en el palco el mítico Ronald Koeman, entrenador del Everton, espiando a Sandro y de charla con el agente del jugador, Ginés Carvajal, para desazón de los aficionados malagueños que tienen a este futbolista en un pedestal.
El equipo de Míchel, con nueve españoles en su once titular, salió con mucha fuerza ante un Celta que alineó solo dos titulares, Sergio Álvarez y Cabral. Sandro, hasta en tres ocasiones (minutos once, 21 y 23) puso a trabajar al portero celtista que neutralizó dichas opciones con otras tantas brillantes intervenciones. A los 26 minutos Ontiveros arrancó desde el medio campo gallego, sorteó con brillantez al rocoso Pape Cheikh y, sin pensárselo dos veces, soltó un formidable izquierdazo que no pudo detener el buen portero de Catoira. Gran gol de este joven y explosivo exterior, su segundo en Primera (el anterior se lo marcó a otro equipo gallego, el Deportivo).
Pese a tener la permanencia sellada, el Málaga no bajó el pistón y continuó apretando. El Celta, que jugaba del todo mal, apenas inquietaba a Kameni que se marchó al descanso inédito. Quien no paraba de tomar notas era Koeman. Vino para ver a Sandro (el equipo de Liverpool también se le quiere llevar) y se encontró con Ontiveros, que va para figura.
A los 52 minutos Marcelo ‘Chelo’ Díaz impactó en la madera un exquisito lanzamiento de falta. Primera oportunidad del colectivo de Berizzo. En la jugada siguiente Cabral comete penalti sobre Sandro. Pese a que la grada pidió que lo tirase el canario, Recio fue el encargado de convertirlo en el 2-0. Ni que decir tiene que a los 19 minutos y en otras fases del partido se escuchó en La Rosaleda el ya célebre “¡Sandro quédate!”. Koeman apuntaba y apuntaba…
Aunque el Celta pensaba en Old Traford y la manera de remontar su eliminatoria de Europa League contra el poderoso Manchester United, trataba de no abandonarse. En vano. A los 60 minutos Kameni detuvo con seguridad un cabezazo de Planas, el lateral izquierdo. Sus hombres de ataque, en especial Beauvue, brillaban por su ausencia.
A los 79 minutos Recio se encolerizó con Berizzo por un posible desagradable acto del técnico argentino para con el malagueño. Míchel se enfadó. Salió del banquillo hecho una furia y Luis Hernández le tuvo que calmar. El juego estuvo interrumpido durante un par minutos. Amarillas para Guidetti y Recio y expulsión para Berizzo. Los ánimos se tranquilizan y el Málaga redondea su gran noche con una jugada maravillosa. Magnífico pase al hueco de Keko sobre Juankar. Este dio un pase de la muerte que Sandro convirtió en el 3-0. Su decimocuarto gol, séptimo en las últimas siete jornadas. El Málaga vapuleó a un Celta que priorizó su histórica cita continental del jueves.