Nadal gana a Goffin con autoridad y enfrentará a Djokovic
El español pudo con el belga, que tuvo también momentos de genialidad. El séptimo juego del segundo set, para la antología del tenis. Este sábado se mide al serbio en semifinales casi un año después.
Rafa Nadal ha ganado por 7-6 (3) y 6-2 a David Goffin en una oda al tenis que puso en pie a los espectadores que tuvieron la suerte de ver en directo el partidazo que les regalaron el español y el belga en la Caja Mágica. El quinto juego del segundo set pasará a formar parte de la antología del tenis, no se lo pierdan. En ese momento mágico, casi sobrenatural, se sucedieron golpes de ensueño. Nadal metió dos bolas imposibles con esa mano izquierda privilegiada que tiene, dos banana shots, por su trayectoria en forma de plátano, que solo él podía colocar junto a la línea. Y Goffin, un jugador bajito, enjuto, pero con ese corte clásico y chapado a la antigua que tanto se echa de menos, se movió como un rayo y voleó como los ángeles para ganarse la admiración de todos.
El Juego, con mayúsculas, lo ganó Nadal y con él certificó su magnífica victoria en cuartos, mucho más trabajada de lo que refleja el marcador. Se mete así de nuevo en las semifinales del Mutua Madrid Open, en las que se cruzará con Novak Djokovic, casi un año después de su último enfrentamiento (19 de mayo de 2016 en el Masters 1.000 de Roma con triunfo del serbio). Será el capítulo 50 de su rivalidad, mañana, a las 16:00 (Teledeporte).
Nadal arrancó el encuentro dominador, con un juego en blanco, y metió presión enseguida a Goffin, un tenista con buen saque, tranquilo, táctico y paciente que llevó la iniciativa en algunos lances con mucho mérito. El balear desperdició un 0-40 para el 3-2 y luego sufrió para mantener su servicio, pero esa fue la única opción que tuvo el belga en todo el primer set enfrente de las seis de las que dispuso su rival. No hubo breaks y el duelo se fue al tie-break. Antes, Nadal ya había deleitado al respetable con un par de passings celestiales. En el desempate, estuvo más cerebral Rafa y una doble falta condenó a David.
Lo mejor estaba aún por llegar. Con la duda del impacto psicológico que podía producir en Goffin la derrota en la primera manga habiendo jugado también, Nadal pasó otra vez al ataque y en el tercer juego rompió el saque de su magnífico oponente. Lo hizo con un globo defensivo estratosférico a la línea y un golpe ganador posterior incontestable. Luego le costó consolidar su ventaja, pero lo hizo y los planetas se alinearon camino de ese séptimo juego antológico que ya es historia del deporte. Ganó Nadal, pero Goffin, a quien quizá le falta algo más de suerte para confirmar su grandeza, sale muy reforzado de este homenaje. Y mañana, Nadal-Djokovic. Qué siga la fiesta.