Realismo mágico

Parecía que la dosis de suspenso y dramatismo del torneo estaba completa desde la semana previa, tras el emocionante triunfo en los descuentos de Colo Colo sobre Everton en la jornada lluviosa de Viña del Mar. Pero el destino quiso que las sorpresas continuaran y dispuso un final de infarto con una jugada simultánea magistral: un tanto de Felipe Mora en Rancagua que sellaba la goleada azul ante O'Higgins al mismo tiempo que Gonzalo Villagra convertía un gol inexplicable para Antofagasta y arruinaba la fiesta en el Monumental. La U, de carambola, quedó puntera y como primera aspirante al título en una temporada donde pocos apostaban una chaucha por ella.

Está de más decir lo lindo que es el fútbol y que situaciones como esta lo han convertido en el deporte más popular del mundo. Pero, ni los albos que maldicen su fortuna ni los azules que se frotan las manos pueden pensar que esta historia concluyó. Queda un capítulo y, como han ocurrido las cosas, vaya uno a saber cómo diablos va a terminar todo esto.

La U define ante San Luis. Los quillotanos vienen de protagonizar el que posiblemente sea el mejor partido del torneo ante el ex candidato al título Unión Española. Los canarios vienen bien y no necesitan del hombre del maletín para inspirarse. Además, tienen a Miguel Ramírez, campeón de las Libertadores con los albos y uno de los favoritos de ala histórica de los hinchas del Cacique (esos que quieren un técnico de la casa) para sentarse en la banca del cuadro popular.

Colo Colo viaja a medirse con un Cobresal ya descendido que, en esa misma condición hace 23 años, casi le amarga la fiesta a Universidad de Chile. Esta vez no será en el campamento minero, pero los albinaranjas han demostrado en estas ultimas fechas que lo que les faltó en fútbol les ha sobrado en orgullo.

Las últimas dos fechas han demostrado que todo es posible, que las probabilidades son solo un número y que la capacidad de asombro nunca se agota. La lucha de Universidad de Chile y Colo Colo no ha terminado.