FÚTBOL CHILENO
¿Qué fue de Molokoedov? El único ruso en el fútbol chileno
Fue detenido en Chile con seis kilos de cocaína, y salió de la cárcel gracias a su talento para el fútbol. Firmó en el Morning, jugó varios partidos y luego no volvió más.
Maxim Molokoedov tenía 24 años cuando una serie de errores y malas decisiones lo ubicó en Chile: fue arrestado en 2012 en el Aeropuerto de Santiago con seis kilos de cocaína y encarcelado en la Penitenciaria. Frank Lobos, ex jugador, lo descubrió ahí meses más tarde y lo llevó a Santiago Morning.
Su nombre y singular historia de reinserción, es hasta hoy recordada. El volante brilló durante la temporada 2012-2013 en el equipo de Primera B, y mantiene vigente el registro de ser el último jugador europeo que anotó un gol en Chile.
La historia de Molokoedov comenzó antes, el 24 de diciembre de 1987 en San Petersburgo. Ahí el joven creció con la idea fija de ser futbolista. En inferiores defendió las camisetas del Dinamo de San Petersburgo y el Zenit, antes de debutar profesionalmente en el FC Pskov-747 de la segunda división.
Luego vino el paso en falso. Una escala en Santiago que salió mal, y terminó con él encarcelado, acusado de transportar cocaína en libros infantiles y que tenían como destino final España. La condena: tres años y un día
Fue durante ese tiempo que el ex jugador de Colo Colo y entrenador de la selección de la penitenciaria, lo vio por primera vez. El Ruso se transformó meses más tarde en el primer beneficiado de un programa de rehabilitación, y gracias a la gestión de Lobos tuvo la oportunidad de comenzar a entrenar con el plantel de Santiago Morning.
Molokoedov entrenaba en las mañanas pero debía dormir en la cárcel, y desde el inicio se convirtió en un personaje, un ejemplo de reinserción. Debutó oficialmente por el Morning el 26 de septiembre del 2012 ante Unión La Calera por Copa Chile. En abril del 2013 le convirtió a Copiapó su único gol oficial por la Primera B.
En julio, meses después de recibir la libertad anticipada, pidió permiso para unas vacaciones en Rusia. El acuerdo era volver después de 40 días pero eso nunca ocurrió. "Lo fuimos a buscar al aeropuerto y no llegó", contaba el dirigente Luis Fáundez. "Nunca tomó el vuelo, no va a volver".
El Ruso no volvió más. Hizo su vida en San Petersburgo y en 2014, en la última entrevista que dio explicó su versión a LUN. "No vuelvo porque me voy a casar el próximo año con el amor de mi vida, con la chica que me esperó mientras estaba encerrado con los cabros".
Su último partido registrado fue por el club regional Zvezda ese mismo año. Ya no juega profesionalmente al fútbol. Durante el 2017, en medio de la Copa Confederaciones, el ruso apareció otra vez luego de largo tiempo. “Tengo un trabajo acá en Rusia (en una empresa de anlcantarillados) y además estoy haciendo un torneo de barrios. ¿Fútbol? Es difícil jugar acá porque hay mucha corrupción”, sentenció.