Las tres figuras de la campaña azul que terminó con el título
Llegó la estrella 18 para la escuadra azul. No fue fácil, pero gracias a estos tres jugadores el equipo de Hoyos pudo superar los momentos más difíciles.
El equipo de Hoyos no dominó el torneo de Clausura 2017, pero sí fue determinante en momentos claves. Así es como logró sacar ventaja a su archirrival a una fecha del final y hoy confirmó este buen momento consagrándose campeón. Pero nada de esto hubiese sido posible sin Lorenzo Reyes, Gonzalo Espinoza y Felipe Mora, quienes elevaron el nivel del equipo por completo.
Esto no desmerece el rendimiento grupal que Hoyos logró sacar a su equipo. No obstante, el buen nivel del mediocampo liderado por Espinoza sentó las bases firmes para ganar partidos y dar tranquilidad al resto de la escuadra azul. Reyes se transformó en un ídolo invisible, Espinoza destacó por su ímpetu y Mora se anotó con los goles.
Lorenzo Reyes es sin duda clave en el engranaje conformado por Guillermo Hoyos. No sólo porque ordena el mediocampo azul. También porque le entrega fluidez a un juego de alta presión y que, a ratos, puede entregar varios espacios. De hecho, cuando el ‘Lolo’ se afianzó en el campo de juego, Universidad de Chile dejó de recibir esos goles de contra que tanto le hicieron daño.
Mora es la esperanza del fútbol chileno para el futuro. Sólo en este torneo convirtió 13 goles en 15 fechas. Esto significa que tuvo un rendimiento goleador del 86,6% en el Clausura 2017, confirmando el buen nivel mostrado a lo largo de este campeonato. Desde hace 30 campeonatos que un delantero de Universidad de Chile salía goleador del torneo. La última vez fue Pedro ‘Heidi’ González en el torneo del año 2000. El nacido en Audax Italiano, de perfil bajo, empezó un torneo con más dudas que certezas. Sin embargo, y tras la salida de Gastón “La Gata” Fernández, tuvo un empujón de energía que le permitió revertir la situación y transformándose en el nuevo héroe azul.
Gonzalo Espinoza es sin duda el gran estandarte de esta Universidad de Chile. Y se forjó a punta de esfuerzo y trabajo. El mediocampista destacó en los momentos más débiles de los azules y sacó adelante partidos que se veían complicados. El jugador tenía la responsabilidad del quite y el flujo del balón para conectarse con la delantera, en un circuito que funcionó como reloj suizo junto a Gustavo Lorenzetti. Lamentablemente para los azules, es probable que este haya sido su último torneo como jugador de la U.
