El atentado que desató la solidaridad en Manchester
Cambió los planes del equipo de Mourinho. La mujer y las dos hijas de Guardiola estaban en el concierto y salieron ilesas.
El atentado de Manchester varió todos los prolegómenos de la final de Estocolmo. Los coches de los jugadores del United fueron registrados antes de entrar a la ciudad deportiva del club. Las caras de tristeza y shock les acompañaron toda la mañana durante una sesión de entrenamiento que empezó con un minuto de silencio. Mourinho decidió cancelar su rueda de prensa en la capital sueca y el club cerró durante el día de ayer su tienda, museo, café y suspendió el tour del estadio en señal de duelo.
También se supo que la mujer y las dos hijas de Pep Guardiola habían estado presentes en el concierto de Ariana Grande en el Manchester Arena pero que salieron ilesas del atentado. Pep debía volar a Abu Dhabi para repasar la temporada con el presidente del club, Khaldoon al-Mubarak, pero el Manchester City no confirmó si el preparador se quedó finalmente en casa con su familia después de una tensa y terrible noche.
El estadio del City, el Etihad, está siendo usado como un centro de ayuda desde el atentado del lunes, y las instituciones de la ciudad se han unido para ayudar a las familias de las víctimas. Los taxis se ofrecían gratuitamente para trasladar al que lo necesitara, las casas se abrieron para hospedar a los que no podían llegar a su hogar y las fuerzas del orden trabajaron sin respiro para identificar al terrorista suicida que actuó en solitario, lo que finalmente tuvo lugar en la tarde de ayer gracias al estudio detallado de las cámaras de seguridad. Salman Abedi, un británico de 23 años de padres libios, fue detenido en relación al suceso que acabó con la vida de 22 personas, dejó heridas a otras 59 y a Manchester en estado de shock.