Lo que no te cuentan cuando te apuntas a Crossfit

Barro, sudor, arrastrarte, dolor, agujetas… y aún todo, el crossfit engancha a los que practican este deporte. Preguntamos a varios usuarios qué hubieran querido saber antes de apuntarse a practicar esta disciplina que se nutre de la gimnasia, la halterofilia y el atletismo pero con una altísima intensidad.

Hablamos con Óscar Calvo, practica esta disciplina y tiene claro lo que le hubiera encantado saber antes de apuntarse a Crossfit: “la terminología, todo es inglés. Es horrible al principio porque no te enteras de nada cuando te dicen la tabla de ejercicio que tienes que hacer. ‘me haces 20 jumping jacks, 3 front squad, 4 kettle overhead y 6 wallballs”, nos cuenta.

“En todo el tiempo que he estado me tenían que seguir repitiendo ejercicios porque hay infinidad y con un montón de variantes. ¿Qué diferencia hay entre un clean and jerk y un jerk simple? Yo no me acuerdo”.

Preguntamos también a un asiduo de VAM y DC, Daniel Torrado. “Mi sueño es meter un King Kong. El ejercicio más duro que se me hace es el Murph, cuando lo haces como viene en el papel, que la gente lo rompe. Aunque mi WOD favorito es Amanda”, nos cuenta.

“Cuando empecé no sabía muchas cosas. No es ir al gimnasio a correr en la cinta, hacer curl de bíceps y marcharte a casa. Es una actividad de equipo. Cuando no sabes, siempre tienes a tus compañeros ayudando. Cuando los que están en mejor forma que tú terminan, se quedan a animarte hasta que tú terminas. Nadie se queda atrás. Todo el mundo trabaja con todo lo que tiene, hasta el final”, afirma para Deporte y Vida.

“Necesitas una calleras, unos guantes de gimnasio no sirven. Funcionan mejor unas zapatillas cualquier que tengan la suela plana y no amortigüen que cualquier super zapatilla último modelo (que no sea especializada, claro)”, afirma Torrado.

“Te vas a arrastrar, te vas a enganchar, te vas a llenar de barro, mugre, magnesio… así que vístete de manera adecuada”, nos recomienda.

“La gente se quita la camiseta, sí, porque hay WODs que no aguantas con ella puesta. El crossfit dispara un combo de hormonas que te hacen cambiar mucho más rápido de lo que esperas. Y vas a sentir el mayor cansancio y dolor muscular que hayas sentido en tu vida. Aun así, vas a contar los minutos hasta tu siguiente entreno”, afirma sonriendo.