El campeón de la Copa sufre la maldición de la Confederaciones
Ningún ganador de la Copa Confederaciones ha podido quedarse con el Mundial siguiente. ¿Continuará en la primera participación de la Roja?
El fútbol está hecho de mitos, cábalas, superticiones. Forma parte de lo que lo rodea, y la Copa Confederaciones no es la excepción a la regla: se dice que el campeón del certamen nunca se queda con el título en el siguiente Mundial.
Desde que comenzó el torneo en 1992 bajo el nombre de Copa Rey Fahd y desde 1997 como Confederaciones, cinco selecciones se han coronado en el evento, y todas ellas han alimentado esta especie de maldición que ya suma 25 años.
Comenzó con Argentina en 1992 y Dinamara 1995, pero fue con Brasil 1997 cuando se instaló definitivamente el mito. El equipo liderado por Ronaldo y Romario se quedó con el trofeo tras vencer a Australia y al año siguiente perdió la final ante Francia en la Copa del Mundo.
A partir de ahí los fracasos se han repetido. México fue el monarca en 1999 y Francia el 2001. Los galos inauguraron la modalidad actual de que el torneo se disputa en el mismo país del Mundial, pero en Corea/Japón 2002 se fueron eliminados en primera ronda.
Brasil, el gran damnificado
El 2005 el trofeo volvió a cambiar de manos a Brasil. La 'verdeamarelha' se quedó con la versión del certamen tras derrotar a Argentina en la final, repitió en 2009 ante Estados Unidos en Sudáfrica y por última vez en su país, en 2013 frente España.
Lo que vino después aún se recuerda. El equipo liderado por Neymar quedó eliminado en las semifinales de su Mundial, luego de caer humillado ante Alemania por 7-1 en semifinales, y comenzó una dura crisis de la que recién se está recuperando.